A partir de la llegada del primer vuelo (cuya fecha es un secreto, pero que anunció para este mismo año), SNC-Lavalin prevé que por el aeropuerto de Castellón pasen, en sus dos primeros años de funcionamiento, más de 120.000 pasajeros. Así consta en el gráfico de proyección que la compañía gestora del recinto hizo público el 27 de mayo pasado, cuando presentó sus intenciones con el nuevo recinto.

Tras captar de los primeros viajeros entre este año y principios del próximo, en el 2015 la compañía ya prevé un flujo más o menos fluido de turistas. De hecho, en sus primeros diálogos con el sector turístico provincial planteó la posibilidad de traer jubilados franceses mediante vuelos chárter este invierno. A partir de primavera, y sobre todo en verano, es cuando está previsto el aterrizaje de las aerolíneas.

En este sentido, el vicepresidente del Consell y presidente de Aerocas, José Ciscar, afirmó hace días en Castellón que se está trabajando “en la llegada de vuelos comerciales para la temporada primavera-verano”, aunque, “eso no quiere decir que venga algún vuelo antes, que puede llegar”.

De todas formas, el grueso de pasajeros (sobre todo turistas, aunque Lavalin también plantea usos privados para el recinto, como vuelos de negocio --fundamentalmente para las compañías azulejeras-- o de ocio), llegará a partir del 2016, cuando la compañía prevé rondar los 100.000 clientes (200.000 en el 2017 y 1,2 millones en el 2029).

No en vano, para cerrar paquetes turísticos y vuelos con los turoperadores, el sector reconoce que esto se lleva a cabo con alrededor de año y medio de planificación. Con la apertura hoy, SNC-Lavalin, la Administración y el sector turístico provincial disponen de suficiente plazo para poder negociar la llegada de clientes.

Para captar negocio, la gestora ya ha destacado la posibilidad de establecer tasas más baratas al no estar en la red de AENA, así como las bondades turísticas de Castellón y su cercanía a Valencia. H