El mes de julio encara su recta final y los entomólogos y expertos en plagas coincidieron ayer en señalar que la incidencia de los mosquitos en la provincia de Castellón ha sido menor de la que se esperaba en estas últimas semanas, gracias sobre todo al factor climatológico --con un destacado déficit pluviométrico--, la efectividad de los tratamientos, la buena coordinación en el ámbito administrativo o la concienciación ciudadana, entre otros aspectos.

Los especialistas argumentan que en esta tregua, “en lo que se refiere al mosquito tigre”, ha tenido mucho que ver todo lo que se ha hecho y antes no se hizo “o al menos con la intensidad que se ha venido dando”. Así destacan, por un lado, las altas dosis de colaboración institucional, las ayudas económicas y las iniciativas encaminadas a la evaluación y el tratamiento. De otro lado, el factor climático, la efectividad de los trabajos y la concienciación ciudadana, tal como indicó ayer el biólogo y experto en plagas Rubén Bueno, quien viene realizando trabajos a pie de campo en varios municipios de Castellón.

De una parte, señalan los buenos resultados obtenidos en lo que se refiere al seguimiento de los imbornales y zonas húmedas de carácter antropogénico, donde se suele concentrar el agua intencionadamente en las áreas urbanas y periurbanas; de otro lado, los marjales “apenas se han inundado por la falta de precipitaciones”, explican. Asimismo, los expertos consideran que han sido muy eficaz las campañas de concienciación y las actuaciones en zonas privadas, que suponen el 80% de la superficie total. H