El entrenamiento mental hace referencia al trabajo que los psicólogos del deporte trabajamos con los deportistas para comprender los procesos mentales y mejorar las habilidades. Podríamos resumir en que se trata de comprender cómo, por ejemplo, la concentración afecta en el rendimiento para mejorar esta habilidad. A parte de la concentración, entran en juego procesos mentales como atención, lenguaje, percepción, pensamientos, emoción, motivación, memoria...

Me gusta mucho y es muy aplicado el desarrollo de entrenamiento mental que hace Terry Orlick, que basa el entrenamiento mental en torno a 7 claves:

1.Compromiso

Una persona no comprometida con lo que hace nunca sacará su máximo potencial. Se trata de saber porque queremos practicar running, porque queremos autosuperarnos, hacia donde dirigirnos y que objetivos queremos lograr. Si al runner le gusta lo que hace y se mantiene comprometido con la causa, alcanzará las metas que se proponga.

2.Atención dirigida

Consiste en la famosa concentración. Es decir estar focalizados en aquello que estamos haciendo, en la tarea, en el lugar, en el momento, en el desempeño, en la ejecución y estar centrado en el aquí y ahora durante cada entrenamiento, ejercicio o competición.

3.Confianza

Obviamente es fundamental confiar en nuestra valía, en nuestras capacidades y en nuestra persona. La gran mayoría de la confianza surge de la calidad con lo que estamos haciendo, más que con la cantidad. Es decir un buen entrenamiento, o buena pre temporada nos está dando feedback acerca de que el camino es el correcto y que estamos desempeñando bien la tarea.

4.Visualizaciones positivas

Consiste en imaginar en positivo. En imaginar en el momento concreto que queremos estar y como hacer para llegar a ello. Es una técnica altamente utilizada en alto rendimiento, que permite a la persona trasladarse al momento de una competición por ejemplo, y así vivenciar sensaciones, emociones, tácticas que empleará...

5.Preparación mental

Consiste en estar mentalmente preparado para aprender de cada situación, de cada error, de cualquier aspecto a mejorar y enriquecerse con cada situación. Es decir, no realizar las tareas de forma automática, sino saber tiempo antes que quiero y espero de la tarea, para poder obtener mi máximo potencial en la misma.

6.Controlar la distracción

Aprenderlo es un proceso, pero una vez la persona domina la capacidad de estar totalmente conectado con la tarea que realiza durante un tiempo moderado, controlar la distracción se convierte en una fuente de mejora de sus habilidades. Un deportista que practique gimnasia artística debe evitar cualquier distracción para que la ejecución sea buena y para no hacerse daño físico. En el running debe ser igual, no deberían haber distracciones en entrenamientos o carreras que desvíen nuestra atención hacia estímulos no relevantes.

7.Aprendizaje constante

Este apartado tiene 3 vertientes, por un lado felicitarte y premiarte por la realización de cada tarea, por otro lado saber ver y analizar errores para subsanarlos y por último ser consciente de que querer seguir aprendiendo sobre nuestra disciplina, nos mantendrá concentrados en la misma. Siempre de cada actuación que realicemos hay que hacer una lectura y extraer conclusiones.

El entrenamiento mental representa el 50% del entrenamiento del deportista. Igual que se entrena la parte física, la cabeza que como siempre digo “es el director de la orquesta”, tiene que estar entrenada y preparada, siempre ajustando el entrenamiento mental a la idiosincrasia de cada disciplina y de cada persona.

*Psicóloga Deportiva

twitter: @mvallsbarbera