Cada vez parece más difícil encontrar una marca que no tenga entre su oferta algún vehículo impulsado por energías alternativas.

Ya sea por la presión legislativa, el respeto al medio ambiente, la eficiencia o por las ventajas fiscales, la ecomovilidad se consolida en todos sus ámbitos

Ya no se habla de moda, sino de realidad. Un realidad que cada vez gana más adeptos y se posiciona como un opción de peso a la hora de elegir vehículo.

En el primer semestre se han vendido un total de 43.794 unidade, entre modelos eléctricos e híbridos, lo que supone un incremento del 46,2% con respecto al mismo período del año anterior, según los datos de Anfac, la patronal del automóvil.

Solo en vehículos eléctricos se han duplicado las cifras hasta alcanzar las 5.906 matriculaciones, mientras que los impulsados por tecnología híbrida rondan ya las casi 38.000 unidades entregadas.

No es de extrañar entonces, que las ventas de otro tipo de modelos con combustibles alternativos como el GNC o GLP también se hayan visto incrementadas, incorporando a este mercado en alza otra opción a tener en cuenta.

Variedad eco En la actualidad, la movilidad sostenible ofrece una amplia gama de alternativas eco que van desde los coches híbridos e híbridos enchufables, hasta la electrificación completa.

No obstante, hay marcas en el mercado, como Seat, que está apostando fuertemente por el GNC, o lo que es lo mismo, el gas natural comprimido, o Fiat con el GLP (gas natural licuado, muy asentado en países como Italia), que ven en estas energías alternativas una opción a tener en cuenta en un mercado en alza.

Todo este tipo de modelos eco cuentan desde el año pasado con una etiqueta de la DGT que los distingue de forma específica como coches sostenibles y les permiten circular en el centro de las grandes ciudades en episodios de alta contaminación y disfrutar de reducciones fiscales.