Carlos Sainz se mostró especialmente emocionado al final del rally y, desde luego, no le faltaban razones.

La victoria conseguida en Córdoba es el justo premio a cuatro años de intenso trabajo, en los que el madrileño ha liderado el desarrollo del coche con el que Peugeot ha vuelto a marcar una época. En las dos ocasiones anteriores, tuvo que conformarse con ver a su compañero Stephane Peterhansel en lo alto del podio, pero esta vez ha sido él, junto a Lucas Cruz, quien finalmente ha saboreado la victoria.