Castellón y el modo en cómo ha gestionado el bonolibro es un referente y un modelo a exportar al resto de ayuntamientos de la Comunitat”. Lo dijo ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà, en su visita al Patronat d’Esports, donde se han centralizado los trámites del Xarxa Llibres en la capital, y destacó “la experiencia transversal, implicando a varios departamentos, desde Educación, a Modernización, Personal o Hacienda, ante un reto que, ante todo, ha facilitado la gestión de las ayudas a las familias”.

Marzà incidió en el programa como “apuesta pedagógica y social para que las familias puedan tener acceso a un banco de libros y que no tengan que volver a hacer esos grandes gastos económicos cada año en el inicio de curso”.

El conseller, que estuvo acompañado por el vicealcalde, Enric Nomdedéu; el concejal de Educación, Enric Porcar; y el de Gestión Municipal, Antonio Lorenzo; señaló, en clave política, que “el anterior gobierno del PP puso en marcha el proyecto Llibrey (de intercambio on line de libros entre los alumnos, en el 2013), al que solo accedieron 146 personas; el Xarxa Llibres ya llega, en su primer día, a 17.000 personas en toda la Comunitat”.

El vicealcalde Nomdedéu, por su parte, señaló que “la Administración ha demostrado que, ante retos tan grandes como arrancar la maquinaria de un plan como Xarxa Llibres, es imbatible”. H