El obispo Casimiro López aprovechó ayer su encuentro con los medios para ensalzar el espíritu solidario de los castellonenses y puso como ejemplo cómo tras la crisis de los refugiados sirios, en su intento por entrar en Europa y ante la posibilidad de que Castellón pudiera acoger a algunos de ellos, “las muestras de apoyo fueron enormes. Se llegó a recaudar en pocos días 30.000 euros” para afrontar los gastos de una posible llegada que, a final, no se dio.

Según el obispo, estaban “preparados para ello”, al tiempo que señaló que la mitad de lo recaudado, finalmente, se envió a Cáritas a su sede de Siria.

TRABAJADORES SOCIALES // De otro lado, el Col.legi de Treball Social de Castelló celebró ayer una charla bajo el título El proceso de acogida de personas refugiadas, con el que se pretendía ahondar en el compromiso de mantener vivo el debate sobre esta crisis humanitaria. El acto corrió a cargo de las trabajadoras sociales María Prades y Mercedes Hércules de Solas, que desarrollan su labor en el programa de protección internacional de Accem. H