Se les acaba el tiempo para terminar la carrera. 507 alumnos de la UJI de Castellón tienen marcado en rojo en sus calendarios junio del 2016. Es el plazo, este curso y el próximo, que ha dado el Ministerio de Educación a las universidades para extinguir las carreras del llamado plan viejo y tener todas las titulaciones adaptadas al Espacio Europeo de Estudios Superiores o plan Bolonia. Estos alumnos han pedido una prórroga de un año, hasta el 2017, tal y como han hecho las otras cuatro universidades públicas valencianas, pero, según ellos, la UJI prevé cumplir el plazo.

Son alumnos de licenciaturas como Derecho, Química, Ingeniería Industrial, Informática y Administración y Dirección de Empresas, que ahora son grados, pero en las que aún quedan alumnos con convocatorias pendientes. Y suponen el 4,7% de los 12.043 estudiantes de grado que conviven a diario en Riu Sec, una cifra que se ha rebajado mucho con respecto al pasado curso, cuando fueron 1.896 --un 15,2%--.

Mohamed Alí es uno de ellos. Estudia Derecho, en el plan del 2002, y está “desesperado”. “Empecé en plan viejo y ahora no tenemos clases, aunque sí tutorías y exámenes, pero, con la integración de la carrera en un grado, pasando de 5 a 4 años, perdemos convocatorias”. Se quejan de las “constantes trabas administrativas” y de “la poca información” que tienen, apelando a una normativa que la UJI, señala, “aprobó en 2005 y no aplica”. Otros alumnos de Adem critican que “se cambian fechas de exámenes, priorizando al grado” y relegándoles a “horarios intempestivos”.

ADAPTARSE // La vicerrectora de Estudiantes, Pilar García Agustín, explica que “los estudiantes matriculados en planes de estudios en extinción han podido y pueden optar por acabar o adaptarse a un grado, con las equivalencias ya creadas, solo solicitándolo”. “La UJI ha garantizado a todos un mínimo de cuatro convocatorias en los dos cursos académicos siguientes a la extinción del plan, pero no caben prórrogas”. H