Dicen los expertos que el absentismo laboral es un buen indicador de la salud de la economía: cuando hay empleo, sube pero cuando las cifras de paro se disparan y el trabajador tiene miedo al despido, baja. Lo ocurrido durante los últimos años en Castellón es un ejemplo perfecto: las bajas por enfermedad común empezaron a reducirse en el 2008 y tocaron fondo en el 2013. En el 2014 empezaron tímidamente a repuntar y lo siguieron haciendo en los dos ejercicios siguientes, Así hasta este 2017, cuando el número de bajas se ha disparado.

Los datos que maneja el del Ministerio de Empleo revelan que durante los tres primeros meses de este año, 9.162 trabajadores de Castellón estuvieron de baja, a una media de 3.054 procesos iniciados al mes. O lo que es lo mismo: 101 al día. Son 656 procesos mensuales más (+27%) que en el 2016, cuando se alcanzaron los 2.398 y un 61% superior a los registrados en el 2013, año en el se concedieron 1.994 bajas al mes.

Fijarse solo en el número total de bajas para determinar el nivel de absentismo no es riguroso. Si hay más personas trabajando (ahora hay 6.452 afiliados a la Seguridad Social más en la provincia que hace un año) es lógico que haya también más empleados que se pongan enfermos. Esta distorsión se elimina al utilizar un indicador per cápita: la incidencia media mensual de la incapacidad temporal por cada mil trabajadores. Y esta también está subiendo en Castellón. En el 2016 era de 13,24 bajas al mes por cada mil empleados y en 2016 se situó en 16,62: un 25% más. Queda claro, pues, que el absentismo está subiendo a mayor ritmo de lo que lo crece el empleo.

Pero aunque Castellón aún está muy lejos de los niveles que tenía antes de la crisis, cuando se tramitaban casi 4.600 procesos al mes, la correlación entre recuperación económica y subida del absentismo está clara. La pregunta es: ¿a qué se debe? Albert Fernández, responsable de ocupación y salud laboral de CCOO Castellón asegura que detrás del incremento de las bajas hay varios factores que inciden. «Uno tiene que ver con la recuperación económica. Durante los peores años de la crisis el trabajador tenía miedo y con el repunte económico ese miedo ha bajado», apunta al tiempo que insiste en que esa recuperación se base en un empleo temporal y precario.

MÁS BAJAS PERO MÁS CORTAS// Los trabajadores por cuenta ajena (la estadística del Ministerio excluye a los autónomos) faltan más, pero las bajas se acortan. Durante los tres primeros meses del año, la duración media de este tipo de procesos ha sido de 46 días, siete menos que el año pasado.

Pese a que el repunte del absentismo laboral es un hecho, Castellón sigue siendo una de las provincias del país donde se falta menos al trabajo. En la provincia, la incidencia de los casos de enfermedad común entre los asalariados se sitúa diez puntos por debajo de la media española, que es de 26,86. Y con el resto de provincias de la Comunitat Vvalenciana ocurre exactamente lo mismo. En Alicante, la incidencia se sitúa en 18,06 y más de 9.000 bajas al mes, mientras que en Valencia la prevalencia es de 20,82 y el número de procesos mensuales supera los 16.200.