Haga un ejercicio de sinceridad y reconozca que se ve reflejado en alguna (o todas) de estas situaciones. Pone un pie fuera de la cama y ya está consultado el smartphone. Desayuna leyendo mensajes de Whatsapp o viendo videos en Facebook. Sale de casa, se le olvida el móvil y se plantea seriamente volver a por el aparato aunque ya esté en su destino. Está en el cine, acaba la película y antes de que enciendan las luces ya está consultando sus notificaciones. Mientras cena está más pendiente del teléfono que de sus compañeros de mesa... Son solo algunos ejemplos de la infinidad de estampas que reflejan la dependencia al smartphone.

Y esa hiperconectividad se traduce ya en dolencias y lesiones en el sistema músculo-esquelético y también en la vista y el oído. Y todo eso aparte de las secuelas psicológicas. Los especialistas insisten: cada vez estamos más encorvados, más sordos y más miopes. Y buena parte de la culpa la tiene el uso del teléfono móvil.

Un solo dato ilustra la realidad mejor que cualquier explicación: el 94% de la población vive permanentemente conectada y consulta el móvil unas 150 veces al día. Y tanto darle a la tecla para escribir mensajes, subir fotos o vídeos, escuchar música o comprar por internet está empezando a llenar las consultas de optometristas y fisioterapeutas de Castellón, pero también las de reumatólogos y psicólogos.

Los primeros en dar la voz de alerta son los fisioterapeutas, que en la provincia cada vez ven pasar por sus clínicas a un número mayor de personas aquejadas de dolencias relacionadas con un uso excesivo de estos dispositivos y una cifra importante se corresponde con pacientes en crecimiento. «El uso continuado de smarthphones puede afectar de manera negativa a nuestra salud, ya que repercute de forma directa en nuestro sistema musculoesquelético como un efecto sumativo, especialmente en nuestra columna cervical», apunta Jesús Ramínez, delegado de Castellón del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunitat Valenciana (ICOFCV), quien añade que cada vez más se abusa de la flexión cervical tanto a nivel laboral como doméstico y en el ocio. «Si además, en los tiempos de descanso o transitorios añadimos la nocividad de la postura que ejercemos delante del teléfono móvil, incrementamos el estrés mecánico a nivel cervical, es decir, la tensión sobre el cuello», sostiene.

TODOS CON LA CABEZA GACHA

Móvil en mano, tendemos a que la cabeza caiga hacia delante, ya sea sentados, de pie o caminando. «Inclinar durante mucho tiempo el cuello para escribir mensajes de texto o para leer, sumado al resto de posturas incorrectas que adoptamos en el resto de actividades del día a día, puede provocar dolor y tensión cervical y en los omóplatos», subraya Ramírez, que enumera toda una serie de recetas para prevenir posibles dolencias o problemas.

Y entre los consejos se recomienda contrarrestar los malos hábitos posturales manteniendo una ergonomía adecuada no solo durante el manejo del smartphone sino en todas las actividades diarias. «También conviene no permanecer mucho tiempo en una postura estática, descansar las cervicales con actividades que eviten la flexión cervical y realizar ejercicios que mejoren la autonomía cervical y escapular», subraya el delegado provincial del Colegio de Fisioterapeutas.

El hábito de escuchar música con auriculares ha disparado también los problemas auditivos y ha llevado incluso a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a proponer a las compañías tecnológicas que incluyan en sus diseños niveles seguros de audición. La OMS sitúa en 65 decibelios el umbral tolerable para las personas y cita como niveles de sonido perjudiciales estar expuestos a 85 decibelios durante más de 8 horas o a 100 decibelios durante 15 minutos. Los especialistas recomiendan la regla 60/60: no exceder del 60% del volumen máximo del dispositivo utilizado durante más de 60 minutos.

OJO CON LA PANTALLA

Pasar horas y horas frente a la pantalla de un ordenador, una tableta o un teléfono móvil tiene también consecuencias para la vista y se asocia principalmente a fatiga ocular o astenopía, cuyos síntomas suelen ser irritación ocular, escozor, lagrimeo, sensación de arenilla, visión borrosa y dolor de cabeza, y también al ojo seco. «Son problemas que van a más y que preocupan a muchos de nuestros clientes», matiza Elisa Llorens, optometrista y propietaria de Óptica San Blas de Castellón, que aconseja lentes antirreflectantes y filtros para las pantallas.

Estar mucho tiempo frente a la pantalla del móvil empieza a tener consecuencias nocivas en la salud y también preocupa a los padres. Quienes en Castellón llevan años dedicándose a la psicología aseguran que uno de los temas que más preocupa a las familias con hijos adolescentes tiene que ver con las nuevas tecnologías. «Muchos padres y madres nos piden ayuda porque no saben cómo actuar y qué hacer para que sus hijos hagan un uso responsable de teléfonos móviles y redes sociales», aseguran los psicólogos. Y un apunte más. En centros como Proyecto Amigó de Castellón han tratado algún caso de adolescentes enganchados a las nuevas tecnologías. H