Si es el propietario de una vivienda, un local comercial o un terreno en municipios como Castellón, Vila-real, Benicàssim, la Vall d’Uixó o Moncofa, sepa que este año lo más probable es que pague un poco menos en concepto de contribución. El 2018 empieza en la provincia con una actualización catastral que afecta a 39 municipios, casi el 30% del total. Pero la buena noticia es que la mayoría de las revisiones van a ser a la baja y eso, automáticamente, redundará positivamente en el bolsillo de los vecinos en forma de menores cuotas de tributos como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o la plusvalía municipal, que se abona cuando se vende un inmueble o cuando se recibe en herencia o donación.

Los cambios que llegan son consecuencia de los coeficientes correctores aprobados por el último Consejo de Ministros del 2017 para los 39 ayuntamientos de la provincia que lo habían solicitado o que les tocaba hacerlo para ajustar sus ponencias a los precios de mercado. En el conjunto del país, la revisión afecta a 1.8.30 municipios. La actualización no implica que varíe el tipo del impuesto (que es de carácter municipal y que lo fija cada ayuntamiento), pero sí lo hace la valoración del inmueble, que es la base imponible sobre la que se aplica.

En Castellón, la mayoría de las revisiones van a ser a la baja. De las 39 municipios cuyo valor catastral se actualizará, 14 subirán y 25 lo harán en sentido contrario es decir, descenderán. Estas últimas lo harán porque actualizaron sus datos entre los años 2005 y el 2012, en plena burbuja inmobiliaria y, sus ayuntamientos solicitaron reducir el valor de los inmuebles para ajustarlos a la realidad del mercado.

¿DóNDE BAJAN más los valores? // Castellón será, de hecho, uno de los municipios donde más bajarán los valores catastrales. En la capital, el coeficiente corrector que se aplicará este año a las cifras vigentes desde el 2012 es del 0,91; es decir, un 9% menos. Un ejemplo; una vivienda valorada en el 2012 en 100.000 euros pasará ahora a constar en el Catastro en 91.000 euros, y esta sería la cifra que la Administración tomará como referencia para calcular la base imponible de impuestos como el IBI o la plusvalía municipal. En el caso de Vila-real, Benicàssim o la Vall d’Uixó la reducción será del 4%, al igual que en la mayoría de localidades incluidas en el decreto al datar sus ponencias del periodo 2005-2010.

Entre las 14 localidades donde, por el contrario, van a aumentar los valores catastrales destaca Alcalà de Xivert, Cálig, Culla, les Coves de Vinromà, La Jana, Rossell, o Tírig. La mayoría de ellos verán incrementada la valoración entre un 5 y un 8%, dado que revisaron su catastro entre los años 1984 y 1996 y, a más años transcurridos, mayor va a ser el incremento del valor del inmueble. Ese incremento no implica necesariamente un aumento del IBI, ya que municipios como Alcalà de Xivert ya han anunciado que este año bajarán la contribución pese a actualizar al alza unos valores que datan de 1999.