La Seguridad Social española es como una hucha rota. La caja única tiene 51 agujeros de distintos tamaños, cada uno con el nombre de una provincia, y uno de ellos se llama Castellón. Porque solo en Madrid salen las cuentas. En el resto los números son rojos. Llevan en ese color desde hace ya cinco años, pero el 2016 se lleva la palma. En Castellón, el gasto en prestaciones sigue aumentando y a los ingresos les ocurre exactamente lo contrario. El desfase se agranda hasta el punto de que las cotizaciones obtenidas por la Seguridad Social en la provincia apenas cubren ahora el 66% del gasto. Y bajando.

¿Por qué crece el agujero de las pensiones en Castellón? La respuesta es muy sencilla. En el 2016, y según los datos que acaba de hacer públicos el Ministerio de Empleo, la Seguridad Social ingresó en Castellón en concepto de cotizaciones sociales (el porcentaje de los salarios que se entrega al sistema y que sirve para pagar las pensiones) 988,9 millones de euros, la cifra más baja desde el inicio de la crisis. En cambio, el Estado gastó 1.323,4 millones en abonar la paga a los pensionistas de la provincia.

Del análisis de las cifras se deduce que Castellón es el ejemplo de los efectos que el envejecimiento de la población, combinado con tasas de actividad y de empleo todavía bajas, ya tiene sobre las cuentas de la Seguridad Social en España. De hecho, si no existiera el sistema de caja única y la provincia tuviera que afrontar el pago de las pensiones exclusivamente con las cotizaciones abonadas por las empresas y los trabajadores, se habría topado en el 2016 con un agujero de 502,4 millones. O lo que es lo mismo, tres veces el presupuesto del Ayuntamiento de Castellón.

EMPLEO DE POCA CALIDAD // La brecha de la Seguridad Social en Castellón sigue sin tocar fondo, pero lo llamativo es que incluso dobla a la registrada en el 2015. Y eso que la mejoría económica se ha traducido en más empleo y más empresas. Pero pese a que la provincia cerró el año con más de 7.000 nuevos afiliados, los ingresos por cotizaciones sociales siguen a la baja: en el 2015 ascendieron a 1.047,8 millones de euros. El año pasado apenas alcanzaron los 989 millones. La explicación está en las bases de cotización y, por tanto, en la calidad del empleo ya que entre los nuevos afiliados, una parte importante tienen ocupaciones con salarios bajos y contratos de corta duración o a tiempo parcial.

Los ingresos no remontan y los gastos no paran de crecer. El Estado gastó en Castellón casi 1.325 millones en abonar la paga a los a los 127.676 pensionistas de la provincia. Un año antes las pensiones costaron 1.280 millones.

La situación en Castellón no es buena, pero la del resto del país no es mucho mejor. Todas las comunidades autónomas, salvo Madrid, se encuentran en la misma situación. Andalucía y Cataluña son, de lejos, las que están peor, con un déficit que supera los 5.000 millones de euros. El desfase en el conjunto del país empieza a ser de tal envergadura que hasta el propio ministerio de Hacienda admite ya que el déficit es «estructural» y que el agujero alcanza los 18.500 millones. La consecuencia inmediata se ha traducido en un agotamiento de la hucha de las pensiones, de las que solo quedan 15.000 millones, muy lejos de los más de 78.000 que registraba en el 2008.