Alarma. El azulejo está al borde de entrar en una nueva etapa de recesión de continuar la tendencia de este año, y que lleva a las fábricas de baldosas a que cada vez reduzcan más y más su ritmo de facturación en el exterior, la que hoy es su --único-- motor. Ha sido la propia patronal azulejera Ascer la que ha puesto el acento en la situación por la que atraviesa el clúster cerámico provincial, que da empleo a 14.500 personas y que había sido un referente de recuperación a nivel estatal, ya que sus indicadores llevaban mejorando desde el 2009.

Desde enero y hasta el pasado agosto, las exportaciones solo han crecido un pingüe 3%. Nada que ver con ejercicios precedentes, cuando la media anual era de de un 8 a un 10% en positivo.

Pero no solo preocupa lo mínima que es la tasa de crecimiento, sino registros como el específicamente de agosto, cuando los envíos se hundieron, ni más ni menos, que un 13,2%, según las cifras aportadas por Ascer, dato que contrasta con el de años previos, con un 19% de crecimiento.

“Los datos de estos primeros ocho meses confirman la tendencia de un enfriamiento en las exportaciones sectoriales que se alejan de la media de los últimos años”, indican fuentes de la patronal Ascer, una coyuntura de deterioro de los resultados sobre la que ya venían alertando desde que empezó el año. Tal es así que la organización de los empresarios azulejeros no duda en vaticinar que “se prevé un cierre de ejercicio 2014 complicado”.

Varios son los motivos que llevan a Ascer a predecir un más que probable riesgo de entrar en números rojos. El “enfriamiento” de la demanda en mercados clave, como son los de la UE, en especial Francia (-3,4%). Pero también la inestabilidad política o económica en las áreas alternativas que servían al Tile of Spain para compensar la desaceleración de sus destinos tradicionales, caso de Rusia (-3%) --por el clima prebélico con Ucrania, que también cae un 35,5%-- y Arabia Saudí (-20,7%). A estos la patronal suma “el estancamiento de las ventas en el mercado nacional” y “la reforma energética” que eleva los costes 60 millones. El sector, más que nunca, está a la expectativa. H