El president de la Generalitat, Ximo Puig, avanzó ayer, en el acto protocolario de toma de posesión de la nueva rectora de la UJI, Eva Alcón, en un Paranimf hasta la bandera, que «este año habrá financiación para licitar la segunda fase de la facultad de Ciencias de la Salud», tras meses de reivindicaciones para terminar el 40% que se había quedado en el aire. «La previsión es que la construcción pueda iniciarse en el 2019», explicó, dando un paso al frente al lado de Alcón para «trabajar con las universidades en general y la UJI en particular, con su nuevo equipo de gobierno, para garantizar su futuro como universidad al servicio de Castellón». Puig, además, aprovechó para criticar «las dificultades de un modelo de financiación autonómico injusto que afecta también a las universidades, que son un motor de progreso». El president habló de «una nueva etapa con muchos retos», con la «necesidad de un pacto de Estado para que la educación y la ciencia no estén sujetas a los cambios de gobierno», con la «reducción de las tasas como prioridad del Consell».

Ayer fue un día «para la historia, con la toma de posesión de la primera rectora en 27 años de UJI», en las palabras compartidas por el jefe del Consell y el rector saliente, Vicent Climent. Eva Alcón presidió junto a Puig un acto que contó con la presencia del conseller de Educación, Vicent Marzà; la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre; el de la Politècnica de València, Francisco Mora; el rector honorífico de la UJI, Francesc Michavila; el presidente del Consell Social, José Luis Breva; y la secretaria general, Cristina Pauner.

La rectora prometió el cargo, en un momento de emociones, sobre todo cuando su antecesor le entregó la vara de mando del campus. Uno a uno prometieron su cargo la nueva secretaria general, los nueve vicerrectores, y el gerente, tras la lectura del conseller del decreto de nombramiento.

Alcón, que abrió su parlamento en valencià, castellano e inglés, recordó los «duros años de la crisis, que afectaron gravemente a la UJI, que se superó creando la Escuela de Doctorado y abriéndose paso en los estudios de Salud, que ahora deben consolidarse, para lo que necesitaremos la ayuda de la Generalitat». La rectora insistió en la necesidad de promover «un nuevo mapa de grados como un único sistema universitario». «Queremos ser un elemento clave en la internacionalización de Castellón», dijo, avanzando «una oferta atractiva y diferenciada, que incluya más dobles títulos y, sobre todo, internacionales, mirando sobre todo a Europa y América Latina».

«NECESITAMOS RECURSOS» // Entre las líneas de trabajo que marcarán su mandato, destacó, «el impulso a la investigación y una mayor transferencia para transformar el modelo productivo y hacer partícipe de la ciencia a la ciudadanía». Pero, en un tomo reivindicativo desde el minuto cero, incidió en que «para conseguir todos estos retos, necesitamos recursos, porque no tendremos autonomía universitaria sin autonomía financiera». Y, tras agradecer los pasos de la Generalitat en «bajar las tasas y aumentar las becas», dijo que «no es suficiente; hay que seguir avanzando». «Que nadie quede excluido de la universidad por motivos económicos; debemos continuar mejorando las condiciones laborales y la estabilización del personal, y necesitamos una fórmula para consolidar los estudios de Salud, con la urgencia de poder contar con profesorado vinculado, y mejorar la gestión de las prácticas sanitarias, además de finalizar el edificio», especificó. Y para todo ello, se reunir «en breve» con Marzà, para «priorizar las actuaciones y temporalizarlas en la agenda».

Climent, en un discurso evocador y a la vez emocionado, repasó sus ocho años de mandato en Riu Sec consiguiendo «una Universitat inclusiva, abierta a la sociedad y de calidad», que «logró superarse en tiempos de crisis», reivindicando por última vez «una financiación estable para la sostenibilidad de la universidad, que ha sido, es y será un eje estratégico del futuro de Castellón».