Si a falta de pan, buenas son tortas; a falta de río para navegar bueno es el mar. Con esta filosofía los componentes del Club de Kayak de Almassora han tomado las aguas del mar que baña la localidad para practicar este deporte e iniciar a otros vecinos en este.

Así lo explica Tomás, uno de los monitores de las prácticas de piragüismo que se celebran en la playa durante los meses de julio y agosto. Cabe señalar que la proliferación del mejillón cebra en las aguas de algunos ríos españoles, entre ellos el Millars, ha prohibido la navegación en los mismos y, por lo tanto, ha provocado que la práctica del piragüismo se traslade al mar como alternativa.

Desde la organización explican que los cursos “gozan de mucha aceptación, ya que contamos con participantes de todas las edades y eso es muy gratificante”. H