El Grao y la zona del Pinar fueron, un año más, puntos de referencia para celebrar la Pascua por parte de los castellonenses. Cientos de familias y grupos de amigos se congregaron a la sombra de los árboles para comerse la tradicional mona. Los 20 grados de ayer al mediodía invitaron a comer al aire libre y no fueron pocos los que se atrevieron a quedarse en manga corta.

De forma paralela, los restaurantes del núcleo marítimo también funcionaron de manera óptima en esta fecha tan señalada. Desde Mediterráno, Antonio Rodríguez destacó que las cifras de negocio «han sido muy importantes para la mayoría de locales de esta parte y prevemos un verano muy interesante», si bien habló de una menor actividad en las noches.

Otros colectivos, como los mayores, también pueden vivir un merecido descanso. La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha impulsado que más de 1.800 personas celebren estos días sus particulares vacaciones de Pascua, que en la provincia cuentan con sedes en Benicàssim, Vinaròs y Peñíscola. Durante sus estancias conocen parajes naturales como el Prat de Cabanes o el castillo de Peñíscola.