Les Corts Valencianes aprobaron ayer, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto del PP, que votó en contra, la ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de atención al final de la vida, conocida como ley de muerte digna.

La norma busca regular el ejercicio de los derechos de la persona en el proceso final de su vida, evitando el sufrimiento y respetando su última voluntad. El texto establece, entre otros aspectos, el derecho de las personas a recibir cuidados paliativos integrales de centros e instituciones sanitarias y sociales, de titularidad tanto pública como privada, así como de entidades aseguradoras; e introduce medidas nuevas como la Planificación Anticipada de Decisiones.

La ley garantizará que el paciente pueda elegir dónde morir, si en hospital, domicilio o residencia, y la persona en el proceso final de la vida tendrá derecho a disponer del acompañamiento permanente familiar o de la persona cercana que designe, y acompañamiento espiritual. Asimismo, asegura la adecuación de las habitaciones para uso individual del paciente, para garantizar así su intimidad.

voto en contra // PSPV, Compromís, Podem y Ciudadanos defendieron la necesidad de esta norma, mientras que para el PP la legislación existente es suficientemente garantista con la atención al final de la vida, y además, preguntó la diputada María José Catalá, «qué dolor, miedo o incertidumbre se puede evitar con una ley que tiene cero euros».