El ascenso está cada vez más lejos. Después de dos jornadas disputadas de la liguilla, el Castellón sólo suma un punto por los seis del líder, el Racing del Ferrol, equipo contra el que perdió ayer de forma injusta y sangrante. Dos decisiones arbitrales en contra de los intereses albinegros, un penalti que no fue de Oliva a Juanito y la expulsión de Rodri por unas manos que no fueron dos minutos después, acabaron con las ilusiones del Castellón de puntuar en A Malata.

El Castellón comenzó desastroso el partido. A los cuatro minutos Gorka Soria disparó el travesaño; uno después, Oliva pasó apuros en el primer saque de esquina; en el 8, Juanito erró en el control cuando se disponía a fusilar al portero catalán... Y en el minuto 19, el central Jaio, libre de marca, cabeceó implacable e inapelablemente una falta lateral del Racing. Era el premio a la animosidad local en los compases iniciales y el castigo a los visitantes, que habían saltado al terreno de juego temerosos.

Si los ferrolanos habían acertado a balón parado, el Castellón no quería ser menos. Avisó Dealbert con un remate que buscó la escuadra, pero fue a la media hora, en una elaborada acción de estrategia de los albinegros, cuando otro testarazo de Eloy establecía la igualada momentánea. Bendito momento para acabar con cuatro meses de sequía goleadora.

RESURGIR ALBINEGRO

Resultaba curioso, pero los albinegros, que habían estado groguis, habían solventado la papeleta a base de constancia, que no de fútbol. Con el 1-1 arrancaba otro encuentro, y pudo comenzar otro de verdad si en el descuento Ollés o Castell hubiesen estado más acertados para batir por segunda vez a Bello Amigo. Yendo de menos a más, el Castellón hasta tuvo la oportunidad de iniciar la segunda parte por delante en el marcador.

El árbitro apareció en la reanudación del encuentro. Primero no quiso saber nada de un agarrón del ya amonestado Vosalho cuando éste era el último hombre. Después los locales reclamaron, en una acción parecida, la roja a Rodri, pero esta vez sí pitó la falta y sacó la amarilla al ex del Albacete.

Pero los momentos de mayor gloria de Quintana Mendiola estaban todavía por llegar: en el minuto 70 pitó penalti en un derribo de Xavi Oliva, que tocó primero el esférico, a Juanito (Mario Bermejo puso el 2-1). No contento con ello, el trencilla cántabro mostró la segunda amarilla a Rodri (minuto 72) cuando el balón le había dado en la cara y no en la mano. Alucinante.

Eran demasiados inconvenientes para evitar la derrota, sobre todo cuando Sueiro aprovechó un mal despeje de Dealbert para materializar el 3-1 ¡Qué derrota más injusta! Ahora toca ganar como sea el domingo en Castalia.