Los sindicatos del sector cerámico hicieron llegar ayer su contrapropuesta de convenio a la patronal Ascer, que en estos momentos estudia el contenido de la misma y analiza su viabilidad. Lo más probable es que en los próximos días se convoque una reunión que será decisiva para cerrar un acuerdo para los próximos tres años.

Fuentes de Ascer reconocieron a Mediterráneo que, pese a lo apretado del calendario, se busca fecha para un encuentro con los representantes de los trabajadores antes del 1 de agosto. Los empresarios dejaron muy claro que, para ellos, la propuesta que pusieron sobre la mesa, y que contempla subidas salariales del 2,5% este año y del 2,2% para los dos ejercicios siguientes, no tiene validez más allá de esta fecha.

No obstante, UGT y CCOO quieren incluir una cláusula de revisión salarial que evite que los empleados pierdan poder adquisitivo si el Índice de Precios al Consumo (IPC) escala por encima de los aumentos de sueldo.

Para ello, y según pudo saber este diario, se mostraron dispuestos a realizar dos concesiones importantes. La primera es dejar para más adelante la discusión sobre el número de horas anuales, que actualmente está en 1.776 y que los sindicatos quieren rebajar en ocho horas. «Aunque pueda parecer poco, hay que tener en cuenta que el actual convenio del metal en la provincia prevé 1.748 horas y, el de la construcción, tan solo 1.736», explica el responsable de UGT, Vicente Chiva.

La segunda pasa por aceptar que los porcentajes de subida de sueldo se calculen en función del salario base, que se sitúa en la actualidad en alrededor de 1.050 €. Quienes tengan unos ingresos superiores (caso de cargos intermedios o técnicos, pero también de operarios antiguos) verían sus incrementos mermados.