Poco ha durado la paz social entre empresarios y trabajadores del azulejo. La sede de la patronal cerámica Ascer acogió ayer la constitución oficial de la mesa negociadora del nuevo convenio colectivo, que ha de fijar el marco legal laboral de 14.500 trabajadores y unas 200 empresas. Sin embargo, la tranquilidad duró muy poco. La batería de propuestas lanzadas por los empresarios para negociar causó estupor entre los representantes sindicales de MCA-UGT y CyS-CCOO: más flexibilidad laboral, entendida en más horas de trabajo anuales y menos días de vacaciones; congelación salarial en el 2014 y aumento del 0,3% en el 2015; eliminación del complemento de antigüedad, reducción de las horas sindicales, un convenio a dos años, la ultraactividad del convenio a solo un año... son algunos de los puntos puestos sobre la mesa por Ascer, que fueron muy mal acogidos por los sindicatos.

Como ya avanzó Mediterráneo, los argumentos de los directivos cerámicos han girado en torno a dos vectores: la ralentización de las ventas y el aumento de los costes de producción por la energía.

“La situación del sector es delicada”, remarcó Ascer al término de la cita, vía comunicado, añadiendo que “no está nada claro que la situación de moderado crecimiento que parecía atisbarse en los primeros meses del año vaya a consolidarse, al contrario, será imprescindible mantener la situación de ajuste para garantizar la competitividad de la industria y la constante mejora de la productividad”. De ahí que Ascer desvele ya que hay un “cierre ordenado de hornos”, y deslice unas propuestas que plantean “una modificación estructural del convenio colectivo que prepare al sector para el futuro”. En el trasfondo, el tímido crecimiento de las exportaciones los 8 primeros meses, de solo un 3%, y la caída del 13,2% en agosto; y el alza de los costes energéticos.

“Nos ha sorprendido la propuesta de Ascer... para mal”, dijo sin cortapisas el secretario de MCA-UGT en la Comunitat, Ismael Sáez, para quien a su juicio se trata de medidas “inviables”. Su homólogo en CyS-CCOO en la Comunitat, José Luis Colomer, dijo que son aspiraciones que “van muy en contra de los intereses de los trabajadores”. H