La junta de gobierno del Ayuntamiento de Castellón de ayer aprobó extinguir la relación laboral del prior de Lledó, Josep Miquel Francés, con el consistorio, dando efecto así a la amortización de la plaza de sacerdote de la plantilla municipal que se aprobó en acuerdo plenario del 23 de diciembre del año pasado. Según explicó la portavoz del equipo de gobierno, Verònica Ruiz, al prior se le abona una indemnización de 7.000 euros.

La salida del sacerdote de la plantilla municipal se anunció por parte del consistorio el 30 de noviembre pasado, tras llegar a un acuerdo con el Obispado de Segorbe-Castellón para que sea esta institución religiosa la que incluyera, dentro de su personal, al cura responsable de la basílica del Lledó. No obstante, el Ayuntamiento se compromete a abonar los gastos de mantenimiento necesarias para el templo religioso, tal como se había hecho hasta la actualidad.

En cuanto al exconcejal del Partido Popular Miguel Ángel Mulet, la junta de gobierno decretó dejar sin efecto su nombramiento como ermitaño de la Magdalena, un cargo que ostenta desde que se lo concediera en el año 2000 el entonces alcalde José Luis Gimeno, a instancias de los Cavallers de la Conquesta. Mulet reconoció a este periódico que pensaba que su cargo, y el título de Ermità de l’Any que anunciaron desde el Ayuntamiento el pasado 24 de febrero, «eran compatibles» y dijo que como había sido nombrado por una alcalde, «hasta que la alcaldesa no me cese, seguiré como ermitaño de la Magdalena».

Eso lo decía el 24 de febrero y ayer llegó ese decreto que lo aparta definitivamente del cargo. Mañana a mediodía, en un acto en la Magdalena, se concederá el título de Ermità de l’Any de la Magdalena a la Gestora de Gaiates, por su constante e incansable trabajo a lo largo de todo el año en pro de la ciudad y de sus fiestas. En ese mismo acto también se reconocerá la labor realizada durante 18 años por el exedil Mulet.