El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Castellón, Antonio Lorenzo, y representantes de la Policía Local y de los servicios jurídicos municipales se reunieron ayer con varios propietarios de las tascas para informarles oficialmente del acuerdo de la junta local de gobierno del 31 de marzo por el que --desde el pasado sábado, 1 de abril-- se ejecuta la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que ordena el cese de la venta de alcohol para su consumo en las calles Barracas e Isaac Peral a partir de las 22.00 horas, excepto en las terrazas y los veladores debidamente autorizados. En el encuentro, se reiteró que la sanción por el incumplimiento de esta obligación recaerá exclusivamente en los titulares de los establecimientos que permitan la venta de alcohol para su consumo en vía pública más allá de las 22.00 horas, y en ningún caso en los clientes. Se refuerza este mensaje tras las dudas suscitadas por la medida tras su reciente aplicación.

Se insistió en que el Ayuntamiento de Castellón está obligado a hacer cumplir la sentencia del tribunal valenciano --y lo hará a través de los agentes de la Policía Local--, pero son los propietarios quienes tienen que controlar que cuando vendan bebidas alcohólicas pasadas las diez de la noche, sus clientes solo las consuman en los lugares que están autorizados, y no en plena calle.