Su aspecto rudo y tosco no le hace justicia. Tranquilo, apacible, amigo de sus amigos y un hombre que siempre dice las cosas claras. Se llama Sergio Ballesteros, juega en el Villarreal y es víctima de una campaña mediática con remitente en la capital de España, que se ha empeñado en convertirle en uno de los jugadores más violentos de la Liga de las Estrellas. Sin embargo, las estadísticas reflejan fielmente que es uno de los defensas que menos faltas comete en Primera División. Su último pecado consistió en enfrentarse a uno de los intocables de la Liga: Raúl. "Si fuera guapo como Beckham, no dirían que soy tan duro", señala. "Hace tiempo que hay una campaña contra mí en Madrid", añade.

"Soy consciente de que el aficionado que no haya visto el partido ante el Madrid y no sea seguidor del Villarreal, podrá pensar que voy a hacer daño, pero a mi sólo me importan mis seguidores, que son los que siempre nos apoyan", asevera.

NO CUENTA PARA SÁEZ

Es uno de los centrales más en forma de la Liga. Sin embargo, en las convocatorias de Sáez nunca aparece su nombre. Otra injusticia a la que también parece haberse acostumbrado. "No sé que pasaría si jugara en otro equipo. Tampoco me importa, pues yo estoy orgulloso de jugar en el Villarreal, y muy agradecido a la gente de Vila-real por su apoyo constante para que yo vaya a la selección", dice.

Ballesteros tiene claro que los éxitos del club esta temporada pasarán por mantener el espíritu del equipo por encima de las individualidades. "Si en algo destaca este Villarreal es en que es un bloque por encima de todo. Además, desde el respeto máximo al juego colectivo hay que resaltar tambien las individualidades", analiza el de Burjassot. La llegada de futbolistas del nivel de Roger, Riquelme, Anderson o José Mari no ha desestabilizado, ni mucho menos, el espíritu de equipo que pretende Floro. "La gente nueva ha llegado con muy buena sintonía con los que ya estábamos, y han aceptado la filosofía sin egoismos", asevera Ballesteros.

Mención aparte para Riquelme: "Ha venido con muchas ganas y su compromiso con el equipo es impresionante".

El Villarreal ha contraído méritos para ganar los dos primeros partidos de Liga, pero ha debido de conformarse con el empate en ambos. "En Málaga, se nos escapó el triunfo por falta de acierto en el remate. Ante el Madrid, completamos un gran partido y dejamos casi sin ocasiones a uno de los mejores equipos del mundo, pero no supimos rematar la faena", reflexiona el central amarillo.

AUTOCRÍTICO

La autocrítica siempre es un aspecto que nunca elude Ballesteros. "Todo el equipo está muy implicado en el aspecto defensivo, pero en las jugadas a balón parado hay que estar más atentos. Son detalles que es necesario corregir", concluye con espíritu ganador.