El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, admitió ayer viernes sentirse “mucho más tranquilo” tras su declaración como imputado ante el juez instructor del caso Gürtel, José Ceres, sobre la contratación en 2007 de la empresa Orange Market, de Álvaro Pérez El Bigotes, para organizar unos premios bajo su etapa de subsecretario en la Conselleria de Sanidad. Respecto a la unánime petición de los tres grupos políticos de la oposición de que dimita, Bataller afirmó que “hasta cuando esté libre de cualquier sospecha la oposición seguirá diciendo lo mismo, estoy muy tranquilo, con el ánimo muy sereno y creo que he dejado bien claro al juez todas las circunstancias que rodearon esa contratación, que fueron correctas”, zanjó.

“Me siento como el día de antes y como los muchos días que vendrán después. Mucho más tranquilo y muy satisfecho”, añadió Bataller para negarse a comentar el rifirrafe que mantuvo en su despacho con la portavoz municipal del PSPV-PSOE, Amparo Marco, cuando esta le acusó de no dar explicaciones a la oposición sobre su declaración judicial. Según pudo saber ayer el periódico Mediterráneo, Bataller aseguró en el TSJCV al juez Ceres que el contrato de 30.190 euros girado en cuatro facturas a tres firmas de la trama Gürtel lo heredó de su antecesor en la subsecretaría de Sanidad, Rafael Peset. Él, según dijo, se limitó a darle el visto bueno y firmarlo sin tener ni idea de que estuviera vinculado a una supuesta trama corrupta.

Rafael Peset también declaró el jueves como imputado en la pieza cinco de Gürtel inmediatamente antes de Bataller. Peset firmó el contrato sobre el acto de entrega de los premios Salud y Sociedad de 2006 mientras el primer edil de Castellón rubricó el contrato correspondiente a la gala del año 2007. H