Los matrimonios de conveniencia parecen, a menudo, situaciones del pasado. Uniones forzosas que el entorno de los contrayentes decide sin consultar la opinión de los cónyuges. Sin embargo, esta clase de bodas no se producen siempre tan lejos como se cree.

El caso de las dos menores de 13 y 15 años, a las que querían someter a un casamiento a la fuerza en un municipio de la Plana Alta, ha acercado a la provincia de Castellón esta antigua realidad, que tiene resquicios en la actualidad.

Las menores, que se habían criado en España y estaban perfectamente occidentalizadas, no entendían por qué debían casarse. Según revelaron a este rotativo fuentes solventes, las pequeñas tenían muy claro que no querían una boda y, ante su rebeldía, llegaron a sufrir agresiones físicas.

Desde el equipo Emume de la Guardia Civil, el encargado de investigar los delitos que afectan a menores y mujeres, consideran que el de las dos niñas, cuya guarda y custodia ha asumido por el momento la Generalitat valenciana, no es el único caso que se ha producido en Castellón.

Aunque sospechan que puedan existir más matrimonios de conveniencia con menores en la provincia, aseguran no haber recibido ninguna denuncia que informe de estos hechos y, por tanto, no pueden actuar al respecto.

La detención de dos hombres, de origen marroquí, por haber intentado concertar la unión de las dos niñas anteriormente citadas, es el primer caso de este tipo que se esclarece en la provincia.

En Valladolid, el de una menor de 11 años, que fue vendida por sus padres por 17.000 euros para que contrajera matrimonio en Rumanía, ha levantado ampollas durante las últimas horas.

Los padres de la niña, de origen rumano y residentes en Sevilla, la enviaron a Valladolid, donde sufrió abusos sexuales, maltrato y fue obligada a trabajar durante largas jornadas sin recibir ningún tipo de contraprestación.

Distintas asociaciones islámicas de la capital de la Plana niegan que los matrimonios forzosos continúen produciéndose de forma frecuente. “Obligar a una hija a casarse por dinero o por conveniencia es un delito también para la religión. Las cosas se han modernizado y la edad media para casarse ha aumentado”, señala Ahmed Mohamed, secretario de la Asociación Centro Islámico de Castellón, quien califica de “excepción” lo sucedido a las dos menores de la Plana Alta.

“Es una práctica de hace siglos, igual que también sucedía antes en España, pero no podemos calificarlo de habitual”, asevera Mohamed. H