En la provincia de Castellón existen casi 13.000 pisos turísticos, lo que implica un 30% más que hace dos años.

Por un lado, una familia de Castellón que tiene en propiedad una segunda vivienda en Orpesa y decide darla de alta en una plataforma on line para alquilarla a visitantes por días. Por la otra, un grupo de jóvenes madrileños que deciden pasar unos días de vacaciones en esta Semana Santa por apenas 20 euros cada noche. Son dos perfiles que ayudan a entender cómo los apartamentos turísticos se han convertido en el alojamiento de moda. En la actualidad, existen 12.936 pisos de este tipo en la provincia, lo que se traduce en 69.284 plazas.

En apenas dos años las cifras han crecido de forma notable, pues en el 2015 apenas había 9.729 apartamentos, lo que implica que en 24 meses la oferta ha crecido en un 30,6%. En cuanto al número de camas, el dato es aún mejor, pues el aumento es del 33,1%. De esta forma, la provincia concentra el 22,7% del total de alojamientos de este tipo que existen en la Comunitat (62.433).

El buen comportamiento de la oferta se debe a que la demanda no deja de crecer. A la recuperación económica se suman los cambios en la forma de hacer turismo de los millenials --nacidos en la década de los 80 y principios de los 90--, en muchos casos obligados a adaptarse a una realidad económica y laboral complicada pero que no por ello a renuncian a visitar sus lugares favoritos. Un estudio de Esert Business School y Hundred Rooms demuestra que este perfil viaja al menos dos veces al año, y el 52,5% ha usado en alguna ocasión un piso turístico.

MÁS PERNOCTACIONES

En total, 336.871 de los 1,9 millones de viajeros que visitaron la provincia se alojaron, en 2017, en apartamentos privados legales, lo que en número de pernoctaciones supone un total de 2.085.000. Esto supone un incremento del 26,2% respecto a la misma cifra del 2016, y convierte a estas viviendas en la modalidad de descanso que más crece, por encima de las casas rurales (19,8%), los cámpings (6,5%) y los hoteles (3,7%). No es la única cifra a su favor, pues es también, seguramente gracias a sus precios, el que permite que los visitantes pasen más noches. Así, un visitante que se aloja en un apartamento se queda de media 6,19 noches, mientras que quien apuesta por un hotel pasa solo dos noches.

El boom es tal que la Asociación Provincial del Empresarios de Hostelería y Turismo (Ashotur) ha visto cómo en poco tiempo se daban de alta las primeras empresas que gestionan varios pisos turísticos en Castellón.

El crecimiento de este tipo de hospedaje también se debe a la labor de vigilancia que ha llevado la Agència Valenciana de Turisme en los últimos ejercicios, y que ha permitido la legalización de prácticamente 7.500 viviendas que se ofrecían a los turistas de forma ilegal en cuatro años.

EN LA COSTA

Debido al importante perfil turístico de sol y playa de la provincia, el 93% de los alojamientos están situados en la costa. Segun la Agència Valenciana de Turisme, la localidad que más plazas oferta es Orpesa, con 21.906 camas, seguida de cerca con Peñíscola (18.746). En el interior hay 903 alternativas.

CONVENIO CONTRA LOS APARTAMENTOS ILEGALES

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, destacó que el desarrollo de las grandes plataformas on line ha facilitado el crecimiento de este tipo de alojamiento, pero también ha permitido que, «en muchas ocasiones, la nueva oferta no esté regularizada». Es por ello que el Consell busca nuevas fórmulas para que los pisos ilegales afloren. La última de ellas es la firma de convenios con los ayuntamientos más turísticos para que la policía local colabore en las inspecciones.

Según informaron fuentes de la Agència Valenciana de Turisme (AVT), el proyecto piloto se puso en marcha el pasado verano en Gandia y, tras los buenos resultados, se ampliará a otros municipios. El primero en la provincia de Castellón será Peñíscola, aunque según indican desde la AVT otras localidades se sumaránen los próximos meses.

La lucha contra los apartamentos ilegales ha permitido que en el 2017 afloraran en la provincia 2.403 pisos, una cifra que asciende hasta los 7.449 en los últimos cuatro ejercicios.

Colomer destacó el esfuerzo realizado hasta el momento, y pidió al Gobierno central un refuerzo de personal en el área de inspección turística ya que, añadió, la actual plantilla está «infradimensionada» y sería necesario doblarla. Además, el secretario autonómico anunció una nueva línea de ayudas para campañas contra el intrusismo dirigida a asociaciones y empresas turísticas, dotada con 660.000 euros de presupuesto.