La noche más corta del año no defraudó. La costa castellonense se colmó de hogueras, fiesta y ganas de pasarlo bien. La playa del Gurugú del Grao fue el escenario escogido para cientos de castellonenses y visitantes que fueron fieles a la tradición y se reunieron en la arena para vivir esta esperada noche. Las reuniones de amigos y familiares fueron una constante en una fiesta que se alargó, cómo no podía ser de otra forma, hasta altas horas de la madrugada.

Los más supersticiosos no desaprovecharon la oportunidad de saltar sobre el fuego y bañarse en el mar antes de que dieran las doce. Fue, sin duda, una noche muy esperada para la mayoría de los vecinos que exprimieron hasta el último minuto.