Con toda probabilidad, hoy saldrá elegido en primarias Albert Rivera como presidente de Ciudadanos (C’s), a apenas una semana de la asamblea nacional --4 y 5 de febrero-- a la que asistirán como delegados cuatro castellonenses --el 6% de los 70 elegidos en la Comunitat--, tres del sector oficialista: la subdelegada Sandra Julià; la diputada autonómica Merche Ventura; y el militante de Vinaròs José María Mora; además de Carmen Elvira Miró, no adscrita y de Burriana. Entre quienes no han alcanzado los apoyos suficientes, se ha quedado fuera el referente institucional provincial, la portavoz en la Diputación, Cristina Gabarda, con lo que queda descolgada de la gestión interna.

Prácticamente sin representación en el foro nacional, el malestar que ha generado en el partido en Castellón la elección de los compromisarios --realizada por votación virtual y de la que no hay datos oficiales--, tanto por los resultados, como porque son muchas las voces que desconfían de que sean veraces, entre otros, la eurodiputada Carolina Punset, que lidera en la Comunitat la contestación a Rivera junto con el portavoz en Les Corts, Alexis Marí, es la punta del iceberg de una situación complicada que arrancó hace muchos meses con los cambios en las listas y que, según militantes de la formación, ha supuesto una sangría de afiliados que, al parecer, no cesa.

Uno de los ejemplos más significativos de las salidas voluntarias es la del exdiputado por Castellón en Madrid, Domingo Lorenzo, que ya dejó su acta en octubre pasado y que el pasado sábado, según sus palabras, pidió la baja como militante de Ciudadanos porque «no estaba a gusto», y dice haber cumplido su etapa en la formación, al tiempo que es también crítico con la magra representación de la provincia en la cita nacional.

Si la única cifra sobre afiliación que proporciona el partido es la nacional de 30.800 militantes, de los que solo 23.000 estarían al corriente de pago, fuentes del entorno de la formación --Sandrá Julià no facilita los datos-- sitúan en 3.000 el total de afiliados en la Comunitat (solo 800 de estos habrían votado para elegir a los delegados), para la provincia de Castellón el total estaría ahora por debajo de los 300 ahora.

Esa cifra es el resultado de los mencionados ceses y abandonos, que en Vila-real, la agrupación que era más numerosa, habrían supuesto un hundimiento desde los 278 militantes del mejor momento de C’s, a menos de 30 la semana pasada. Los números de la capital no serían mucho mejores: de 200 a menos de 100.

Desde el sector de Rivera, el oficial, que controla con mano firme a un partido que apenas tendría estructura real ya en la provincia, la subdelegada de C’s en Castellón, Sandrá Julià, admite que ha habido «un poco de malestar» con las votaciones a delegados. En todo caso, asegura que «los resultados son los que que han elegido los militantes».

Julià, quien asegura que está «muy ilusionada cara a la asamblea nacional reitera que «somos el partido más democrático», al tiempo que anima a los militantes que no han sido elegidos y quieran colaborar en la organización de la cita que «tienen las puertas abiertas». No habrá sorpresas en los resultados de ese cónclave, del que tampoco se espera más atención de la dirección del partido para Castellón