Compás de espera. El Ayuntamiento de Castellón y la Diputación provincial tienen intención de ayudar a la Fundación Caja Castellón para evitar el cierre de su guardería, la popular escuela infantil San Vicente Ferrer, ubicada en un antiguo maset en la Gran Vía Tárrega Monteblanco de la capital de la Plana, y que está gestionada por Cáritas Interparroquial desde hace 16 años.

Un cierre que podría dejar en la calle a 52 niños de 0 a 3 años de familias con escasos recursos económicos -la gran mayoría- además de cinco educadoras, una auxiliar administrativa y la cocinera del centro, como avanzó este periódico ayer.

Desde la institución provincial reconocen que «hay contactos con la fundación, pero todavía no se ha acordado nada». En términos similares se pronunciaba el concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Castellón, José Luis López Ibáñez, quien relató que «la fundación nos comunicó a mi y a la alcaldesa ayer (el miércoles para el lector) su intención de cerrar la guardería por falta de recursos económicos para mantenerla, aunque no obstante nos dijeron que están buscando soluciones en la iniciativa privada para evitar el cierre»».

«Nosotros les dijimos que nos lo comuniquen solo tengan algún tipo de solución, y en caso contrario veríamos que se podría hacer desde el consistorio», aseguró López Ibáñez.

Por su parte, el gerente de la fundación, José Quereda, comentó que «hay una buena respuesta de la Diputación y Ayuntamiento, y también he recibido propuestas de gestores de guarderías que podrían rebajar el coste total para que pudiera ser asumido por las instituciones y la fundación». «Estamos hablando de un coste total de unos 230.000-250.000 euros al año entre todos», remarcó Quereda.

RECURSO SOCIAL // Como subrayó Mediterráneo en su edición de ayer, la reducción en el presupuesto de la Fundación Caja Castellón para la partida destinada a atender este recurso social motivó la previsión inicial de acabar con la prestación de este servicio de asistencia a familias en riesgo de exclusión social.

El propio Quereda, quien lamentaba haber llegado a esta situación, reconocía «el importante papel de filantropía y justicia social que presta la guardería San Vicente Ferrer».