La escuela infantil San Vicente Ferrer de la Fundación Caja Castellón, gestionada por Cáritas Interparroquial durante 16 años, tiene los días contados si las reuniones de trabajo de la entidad con tres administraciones --Ayuntamiento, Diputación y Generalitat valenciana-- no llegan a buen puerto en algo más de 15 días.

El cese de la actividad está previsto para este mes de julio, lo que dejaría sin servicio a 52 niños de 0 a 3 años de familias con escasos recursos económicos --en su mayoría--, además de despedir a los cinco educadoras, una auxiliar y la cocinera del centro.

La reducción en el presupuesto de la Fundación Caja Castellón para la partida destinada a atender estas necesidades de acción social motivó la previsión de finalizar este servicio que han ofrecido estas instalaciones durante años a las sociedad, tal y como reconoce el presidente de esta institución, José Quereda, a este diario. «Se trata de una gran labor que conviene atender y confío en llegar a una solución conjunta», prosigue Quereda. La inversión total anual en estas instalaciones es de unos 230.000 euros, que deberían asumir entre todas las administraciones ya que el Banco de Alimentos y Mercadona suministran de forma gratuita los productos para el comedor.