La organización del Fórum Universal de las Culturas Barcelona-2004 ha rectificado su planteamiento inicial y permitirá que los visitantes entren en el recinto con comida y bebida a partir del sábado, según anunció ayer el director general del evento, Jordi Oliveras, quien precisó que llegarán a un "acuerdo" con los operadores de restauración.

Esta medida se completa con la posibilidad de salir y volver a entrar en el recinto sin necesidad de volver a pagar el precio de una entrada (21 euros por un día) y la ampliación de las zonas de sombra en 21.000 metros cuadrados más, dos de las cuestiones que, junto con la comida, han levantado más polémica en los primeros días del acontecimiento entre los visitantes.

Oliveras aseguró que los servicios de restauración no estaban pensados "como un negocio" y añadió que, no obstante, intentarán que el recinto "no se convierta en una zona de picnic".

SIN ALCOHOL Se evitará la entrada de botellas de vidrio y bebidas con alcohol, y se priorizará "el bocadillo y no la fiambrera", en palabras de Oliveras, quien agregó que en ningún momento se impedirá que los visitantes coman en las mesas de los puestos de restauración, ya que "no pertenecen a los operadores, sino a la organización". El consejo ejecutivo también ha decidido la colocación de más bancos, con el objeto de que en 15 días haya asiento para 10.000 personas, frente a las actuales 8.900 plazas.

También se han anunciado mejoras en el sistema de señalización y aviso a los visitantes, después de los cambios de horario de última hora en las intervenciones de los participantes en el programa 141 preguntas para 141 noches, entre otros eventos.

Asimismo, el Fórum se convirtió ayer en la plataforma de lanzamiento de una campaña mundial con la que se pretende concienciar a la ciudadanía de la necesidad de presionar a los gobiernos para que cumplan sus compromisos con los países pobres de cara al año 2015. La iniciativa está basada en los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre los que destacan la erradicación de la pobreza y el hambre en el mundo, la reducción de la mortalidad infantil, la mejora de la salud materna y el combate del sida y el paludismo.