La Conselleria de Obras Públicas inició ayer trabajos de urgencia en la CV-13, que enlaza el aeropuerto de Castellón, con la AP-7 y la N-340, además de conectar con la CV-10, obligando a los camiones a tener que circular por la autopista sin ningún tipo de bonificación. La actuación, que se alargará hasta el viernes, ha supuesto el corte de circulación en el carril izquierdo, es decir, de los vehículos procedentes de Barcelona.

El problema está en que los vehículos pesados no pueden circular por la N-340, en el tramo comprendido entre Orpesa y Nules, como medida preventiva para frenar los accidentes de tráfico. Este hecho deja sin vía alternativa a los camioneros, que se ven obligados a pagar el peaje para seguir su trayecto. Una medida que contrasta con las obras de la autovía de la Plana en la vall d’Uixó, donde el Consell sí exigió al Gobierno central la gratuidad de la autopista para los camiones mientras durasen las obras.

La Conselleria explica que esta actuación de urgencia es para reparar las juntas de dilatación de puentes que estaban en «una situación grave de deterioro». Al parecer, el Gobierno autonómico solicitó a Tráfico que, mientras durasen las obras, los camiones pudieran circular por la N-340 sin restricciones, pero se denegó la solicitud por seguridad.

El desvío de vehículos de gran tonelaje de la N-340 ha convertido a la CV-13, de pronunciada pendiente y un solo carril por sentido, en la ruta alternativa para este tipo de vehículos, aunque sus características hacen de esta carretera una vía peligrosa. La CV-13 enlaza con la CV-10, por eso los tráilers la emplean para ahorrarse el peaje. Los transportistas de la Confederación Española de Transportes de Mercancías ya han rechazado en numerosas ocasiones la obligatoriedad de tener que ir por vías de peaje cuando esté prohibido hacerlo por los viales convencionales.