Carolina Tárrega Beltrán es desde ayer la cara más visible de las próxima edición de la Magdalena, la festera de pro “más feliz” que tendrá el orgullo de representar a todos los castellonenses durante la semana de las fiestas fundacionales como reina. Un honor con el que la joven soñaba desde pequeña y que, después de la llamada ayer de la alcaldesa de la capital de la Plana, ya se ha convertido en toda una realidad.

Esta castellonense de 19 años, perteneciente a la gaiata 1, Brancal de la Ciutat, estaba aún en estado de shock horas después de hablar con Amparo Marco, que se puso en contacto con ella a las 19.00 horas. “No sabía ni qué decirle. Solo me ha salido sí y muchas gracias”, recordaba divertida. Todo lo contrario a lo que ocurrió cuando colgó el teléfono: “Me he puesto a chillar de emoción”. “Ha sido una sorpresa total. Todavía no me lo puedo creer. Es mi máxima ilusión desde hace mucho tiempo y todavía no soy consciente de que yo haya sido la elegida. Supongo que en las próximas semanas lo iré asimilando”, explicó emocionada.

Y es que con su proclamación como reina de las fiestas, culmina una trayectoria que comenzó durante el año 2007 en su gaiata, primero como colaboradora, después como dama, madrina de honor y, en la Magdalena del año pasado, como madrina.

Carolina heredó en gran parte el fervor festero de su madre, Carolina. Su padre, Mario, no es un gran aficionado a la fiesta, “pero ahora seguro que lo será”. Con ellos, y junto a su hermano, vivirá sus fiestas más especiales.

Los actos festivos preferidos de la joven, que en septiembre comenzará el segundo año de Comunicación Audiovisual, son el desfile de gaiatas --“un homenaje a nuestro monumento”--, la ofrenda a la Mare de Déu --“a la que tenemos muy dentro todos los castellonenses”-- y también el Pregó --“me gusta cómo muestra nuestras diferentes culturas”--.

La joven sucede así en el máximo escalafón festero a Dunia Gormaz, que ostentó este honor el año pasado. La emoción, pese a que queda todavía mucho tiempo para que llegue la Magdalena, está ya muy presente en ella, quizá visualizando la mejor semana de su vida. “Siento mucho las fiestas. Es lo máximo”, afirma. H