El primer asalto del Congreso Nacional del Partido Popular se disputa en Castellón. O, al menos, una buena parte de él. Tres de los siete candidatos visitan este fin de semana la provincia para presentar sus proyectos. El primero en hacerlo, incluso antes de que comience la campaña de forma oficial, fue Pablo Casado, mientras que hoy será el turno de María Dolores de Cospedal y de José Ramón García-Hernández.

Casado fue recibido anoche en Castellón por alrededor de 150 cargos y militantes populares. Destacó la presencia del presidente de la Diputación, Javier Moliner, de la presidenta y portavoz local, Begoña Carrasco, que estuvo acompañada por la mayoría de su grupo municipal, del congresista Óscar Clavell o de los senadores Alberto Fabra, Salomé Pradas y Manuel Altava. Por parte del PP provincial no estuvieron ni su presidente, Miguel Barrachina, ni su secretaria general, Elena Vicente-Ruiz, quienes en la última junta provincial de esta misma semana dieron libertad de voto a los afiliados y compromisarios.

El candidato, que comenzará hoy la campaña con un acto en Galicia con Alberto Núñez Feijoo, aseguró que si decidió dar el paso y presentarse fue por la necesidad de que el partido «vuelva a ilusionarse» tras un tiempo en el que «arrastrábamos mucho los pies». En este sentido, apostó por una «renovación» que ensanche los apoyos sociales de su partido y defendió su proyecto como el que «mejor garantiza la unidad del partido». Aunque sin referirse a María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, indicó que le preocupaba «que hubiera proyectos difíciles de integrar».

Casado aseguró que su proyecto pasa por la defensa de «la libertad individual», «de la familia y la vida», «la seguridad y el orden» y la honestidad. En este apartado, rechazó que el PP sea un partido corrupto y dijo que «quien nos ha traicionado, lo ha pagado».

Respecto a la política provincial y autonómica, Casado tuvo buenas palabras para Moliner y Bonig -de la que dijo, en un lapsus, que era de Burriana- y defendió la unidad de España, por lo que instó, en referencia a Cataluña y su proceso soberanista, a «no permitir que nadie os anexione», pues «no sois Països Catalans».

La presidenta del PP de Castellón, Begoña Carrasco, defendió el proceso que vive su partido tras el adiós de Rajoy como una opción para «abrir las ventanas» de una casa que «se había quedado un poco vieja y olía a cerrada». Más información en página 44.