El fin de la ley seca deberá esperar. Al menos una semana más. La junta de gobierno local que se celebrará hoy no aprobará la entrada en vigor del nuevo artículo 26 de la ordenanza municipal de convivencia ciudadana que vio la luz el pasado 30 de marzo y que invalidó recientemente el TSJCV a instancias de la Asociación Castelló Sense Soroll.

Fuentes municipales explicaron ayer que la Concejalía de Sostenibilidad que dirige Gonzalo Romero prefiere extremar la prudencia e impulsar alguna modificación en la normativa local que permita beber en la calle. El gabinete jurídico lleva una semana explorando todas las fórmulas existentes, que no son muchas, más allá de la interposición de un recurso de casación a la sentencia ante el Tribunal Supremo para dilatar así la ejecución de la sentencia del TSJCV.

Está descartado impulsar una declaración de singularidad turística y gastronómica porque los letrados municipales consideran que también sería invalidada en los tribunales. Lo único seguro es que el artículo 26 de la ordenanza tiene los días contados. Por eso el fin de la prohibición de beber en la calle vigente desde finales de enero solo se dará cuando esté clara la vía administrativa que se abrirá. Nunca antes, según remarcaron las citadas fuentes.

Se abre así un periodo de espera que como mínimo durará una semana, porque cualquier acuerdo normativo que se adopte se someterá al dictamen de la junta de gobierno local, que se reúne todos los viernes del año. H