Castellón lidera el descenso de la criminalidad en la Comunitat Valenciana. La delincuencia disminuyó en la provincia un 5% en el 2016 respecto al año anterior, según el balance anual que el Ministerio del Interior hizo público ayer, superando ampliamente a Valencia (-1,6%) y Alicante (-1,4%) y, por consiguiente, también la media valenciana.

Casi todos los delitos se sitúan a la baja en la provincia: los asaltos a casas (-16,3%), el tráfico de drogas (-5,9%) y la sustracción de vehículos (-15,6%), entre otros.

Solo hay una infracción que repunta, el robo con violencia e intimidación, que se incrementó un 14% en el último año (de 426 a 487 casos). Lo hizo tras tres ejercicios a la baja y entre los motivos del incremento se encuentran las sustracciones de iPhone y otros teléfonos móviles de alta gama para su reventa en el mercado negro y los atracos entre menores de edad, que experimentaron un aumento significativo durante los meses de octubre y noviembre en las inmediaciones de los centros escolares de la capital de la Plana, según han confirmado a este periódico fuentes policiales.

REACCIONES // El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, puso ayer en valor los resultados, después de que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, los diera a conocer. «La criminalidad en la Comunitat vuelve a tocar mínimos históricos», incidió Moragues, quien elogió «la eficacia y eficiencia» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El delegado del Gobierno señaló que, aunque la tendencia es positiva, «no se va a bajar la guardia y todos los cuerpos policiales dedican toda su atención a esclarecer los delitos y a detener a aquellos que hayan infringido la ley».

Por lo que respecta al más grave de los delitos, el de asesinato solo representó un caso en la provincia de Castellón en EL 2016 (frente a las tres muertes del 2015) y fue por violencia de género. Tuvo lugar en julio en Benicàssim, cuando Óscar Lozano acabó con la vida de su mujer, Krisztina Szabó. A los crímenes de violencia machista se refirió, precisamente, ayer el ministro del Interior en su intervención.

Zoido recordó que 44 mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en el 2016. Un dato que, aunque es el menor desde que en el 2009 se comenzaron a computar estas muertes, «no supone satisfacción ninguna», dijo el ministro, quien incidió en que «hay mucho trabajo por delante y no se puede bajar la guardia» en materia de género.