Castellón aspira a superar la ansiada cifra de los 10.000 coches vendidos este año. Es el objetivo que se plantea a partir de la positiva evolución que muestra ya el sector de la automoción provincial en el primer semestre, con un incremento de las unidades comercializadas del 24% en relación con el mismo periodo del 2014, al sumar un total de 3.745, informó ayer el presidente de la organización que agrupa a las empresas de la actividad, Astrauto, Martirián Martín.

Martín explicó que “el octavo plan Pive, ahora en vigor, está ayudando a incrementar las ventas de turismos”. Trasladó, sin embargo, el malestar de los concesionarios castellonenses porque “les cuesta mucho cobrar el dinero de las ayudas, les toca adelantar el dinero y esto perjudica, porque los márgenes ya son muy estrechos en este sector”. El presidente de Astrauto dijo que las empresas “quieren dejar de hacer de bancos” y proponen que “las ayudas se arreglen directamente entre fabricante y Estado para evitar esta situación”.

Por otra parte y en cuanto al tipo de coche que más compran los castellonenses, dijo que los favoritos son los que menos contaminan y cuyo precio no supera los 15.000 euros, aunque, indicó, “también están de moda los llamados todoterreno, pero que son de tracción en dos ruedas, y que crecen bastante, sobre todo a tenor de la demanda femenina”.

En cuanto a la futura continuidad de los planes Pive, Martirián Martín expresó su expectativa de que “el Gobierno se dé cuenta de que, por seguridad vial, cuidado del medio ambiente y mejora de la recaudación fiscal, es rentable mantener las ayudas para la retirada de los coches viejos”. H