La junta de gobierno local de Castellón aprobará el próximo viernes el expediente para extinguir la cesión en precario de los terrenos del aeródromo del Serradal, en manos del aeroclub del Grao desde el año 1958. El equipo de gobierno iniciará así la cuenta atrás para disponer del pleno uso de los 425.000 metros cuadrados de suelo en el plazo de varios meses para desarrollar en ese privilegiado emplazamiento litoral el macroproyecto turístico-educativo de la Ciudad de las Lenguas.

El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, trabaja desde que accedió al cargo el pasado mes de julio en la materialización del ambicioso proyecto junto a la consellera de Turismo, Lola Johnson. De hecho, la Ciudad de las Lenguas es una de las tres patas inversoras municipales para este mandato junto al centro de ocio juvenil de la antigua Fábrica Dávalos y la remodelación del complejo deportivo Gaetà Huguet. Y en los tres objetivos la implicación financiera del Consell es vital.

Fuentes municipales confirmaron ayer a Mediterráneo el inminente inicio del expediente de desahucio del aeroclub. El asunto será abordado el lunes en la comisión de estudio del área de Hacienda, Modernización y Administración Municipal y, de ahí, será elevado a aprobación en la junta de gobierno del viernes.

DEBILIDAD JURÍDICA // El documento de extinción de la cesión fue encargado años atrás al prestigioso despacho jurídico Garrigues, pero permanecía guardado en un cajón a la espera del momento oportuno, que ya ha llegado. Desde el consistorio interpretan que el convenio de cesión de los terrenos costeros del Serradal que se firmó hace 54 años deja al club aéreo en una situación de debilidad jurídica al dar al Ayuntamiento plenos poderes para recuperar su uso. Por ello, consideran que la obtención del suelo es solo cuestión de tiempo.

Los máximos responsables municipales han mantenido en los últimos meses varias reuniones con sus homólogos del Aeroclub para negociar un acuerdo amistoso, pero la negativa frontal de estos a trasladar su actividad al aeropuerto de Vilanova d’Alcolea ha imposibilitado un punto de encuentro. “Nuestra intención no es llegar a un proceso judicial, queremos que haya un acuerdo pero la otra parte no va a facilitar las cosas”, señaló ayer un miembro del ejecutivo castellonense.

Una vez la junta de gobierno local apruebe el expediente de ocupación del campo de aviación, el aeroclub tendrá la opción de presentar alegaciones y, en última instancia, serían los tribunales quienes se pronunciarán. El consistorio solo recurrirá a la vía judicial como último recurso.

El 79,82% de los alrededor de 425.000 metros cuadrados de suelo del aeródromo es propiedad del Ayuntamiento de Castellón. Otro 12,92% pertenece al Club de Tiro San Huberto y el restante 7,26% está en manos de cinco particulares. Para hacerse con esos 85.000 metros de suelo de carácter privado, el consistorio deberá abrir un proceso de expropiaciones. De momento, no lo hará. H