Mantillas, rosarios, cirios, abanicos y medallas de la Mare de Déu del Lledó inundaron ayer la Basílica para honrar a la patrona de Castellón en su día grande. Centenares de personas se congregaron para asistir tanto a la misa pontifical de la mañana como a la solemne procesión de la tarde, en el 75 aniversario de la imagen de la Lledonera.

El obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López, destacó durante la eucaristía que presidió a las 11.00 horas la importancia de “fortalecer la fe” y reivindicó “la vigencia del Evangelio en la actualidad” y la “necesidad de dejarse llevar por sus valores”. Asimismo, hizo hincapié en que los más débiles, “los parados, los inmigrantes y los necesitados son los preferidos del Señor y a los que más cuida”.

En la celebración eucarística estuvieron el president de la Generalitat, Alberto Fabra; el alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, y su equipo de gobierno; el presidente de la Diputación, Javier Moliner; el subdelegado del Gobierno en Castellón, David Barelles; así como el conseller de Economía, Máximo Buch, y también el presidente de Les Corts Valencianes, Alejandro Font de Mora.

Ya por la tarde, la imagen de la Mare de Déu del Lledó salía en procesión desde su Basílica con el manto dorado de su coronación.

Las lágrimas brotaban de los ojos de sus devotos, que contenían la emoción en los instantes previos. El repique de tabals i dolçaines anunciaba que la Mareta estaba ya preparada para hacer aparición y recibir el calor de sus fieles en la avenida de Lledó.

En el cortejo estaban las reinas de la Magdalena 2015, Dunia Gormaz y Cristina Batalla, y sus damas; Na Violant d’Hongria 2015, Andrea Barrera, y sus dones de companya; representantes de las 19 gaiatas de la ciudad y la Junta de Festes de Castellón, el concejal de Ermitas, Miguel Ángel Mulet; las distintas cofradías participantes, la Coral de Veus del Lledó y la corporación municipal, presidida por el alcalde, Alfonso Bataller, que caminó junto a la vicealcaldesa Marta Gallén y el concejal Joaquín Torres.

Niños y niñas participaron con entusiasmo de la procesión, dejando patente que la continuidad de la veneración y el fervor por la Lledonera están más que asegurado en la capital de la Plana.

Muchos de ellos lo hicieron por primera vez y de la mano de sus abuelas, tías o mamás en un día muy especial, pues además de ser el día de la patrona de la ciudad, la jornada de ayer también festejaba el Día de la madre.

MOMENTO CUMBRE // Cientos de pétalos de rosa y una potente traca abrían paso a la Virgen de Lledó, que se alzaba, imponente, entre los asistentes. “Visca la Lledonera”, “Visca la reina del cel”, “Visca la patrona de Castelló”, gritaban los devotos al paso de la imagen, que dibujaba una preciosa estampa con los últimos rayos de sol y la Basílica como el mejor de los escenarios. Un estallido de emociones invadió a los presentes al paso de la patrona. H