La compraventa de viviendas en Castellón se saldó con 6.238 operaciones durante el 2016, un crecimiento del 10,2% interanual y la cifra más alta en cuatro años, desde el 2012 (6.512). Un dato positivo, aunque ligeramente por debajo de la media estatal, tres puntos menos que el 13,8%; y con una caída en picado de las transacciones de vivienda nueva, según el Anuario del Colegio de Registradores de la Propiedad.

Con todo, Castellón, se posicionó en el ránking como la provincia número 29 con más auge de ventas totales, eso sí, con mucho más incremento de demanda de las usadas (5.519, un 19% más), frente a las nuevas (719, un -30%), que siguieron cayendo en picado. En negativo, el territorio castellonense cerró el ejercicio con el triste récord de ser la segunda zona de España con más desplome de las compraventas de pisos nuevos, solo superada por Lugo (con un -33,8% en un año).

CASI NUEVE DE CADA DIEZ

Los datos del 2016, de hecho, no hacen más que corroborar la tendencia de los últimos años en Castellón, con un predominio de compra de inmuebles usados --casi nueve de cada diez, el 88,4%--, en lugar de aquellos a estrenar.

En términos anuales, la Comunitat registró 57.889 compraventas en todo 2016 (un 11,1% más), ocupando el cuarto lugar tras Andalucía (78.780), Cataluña (67.124) y Madrid (58.752). De ellas, 49.600 operaciones correspondieron a viviendas usadas, mientras en los otros 8.289 casos se trató de nuevas. Esta tendencia se repitió en el ámbito nacional, donde de las 403.743 compraventas (un 13,8% más), hasta 331.156 correspondieron a usada.

Aunque Castellón ha aligerado su estoc inmobiliario, que rondaba las 11.000 viviendas, como publicó Mediterráneo, todavía le quedan por vender 10.685 --tras actualizar la cifra con las ventas de todo 2016, y a falta de visados y fines de obra de diciembre--.

La vicepresidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (Coapi), Núria Marco, valoró que «en Castellón no se construye vivienda nueva desde hace una década y la mayoría de las que hay, más caras, están en manos de los bancos. Por ello, se compran más pisos de segunda mano, más accesibles». Este 2017, comentó Marco, ha arrancado como el último trimestre, «con un predominio de adquisiciones de pisos entre 100.000 y 150.000 euros. Los compradores suelen pedir al banco menos del 80% en préstamo; y en ocasiones, pagan con ahorros propios y de familiares».

EN UNA DÉCADA

Si se analiza el mercado inmobiliario de Castellón durante la última década (ver infografía), la crisis del ladrillo ha calado en la cifra de compraventa de vivienda, que desde el 2006 hasta la actualidad, en el pasado 2016, han caído más de la mitad, un 64%, de poco más de 17.000 anuales a las 6.000.

Según el estudio de RR Acuña y Asociados, la provincia todavía tardará entre seis y diez años en absorber su estoc de vivienda. Los apartamentos de segunda mano y situados en municipios del litoral serán los de más fácil venta, y en este caso, la alta demanda hará que se aligere el cómputo en tan solo año y medio.