En pocos años la situación ha dado un giro de 180 grados. En el 2007, antes de la crisis, la provincia tenía 2,1 cotizantes por cada perceptor de prestaciones por desempleo o pensiones no contributivas, una ratio que se acercaba a los números que garantizan la solidez del sistema. Y otro dato más: desde finales del 2007, Castellón ha perdido hasta 60.000 afiliados a la Seguridad Social, mientras que la cifra de pensionistas y parados que reciben subsidio se ha disparado.

Pero a pesar de que Castellón es deficitaria, el sistema público de pensiones funciona a través de una caja única. Es decir, el dinero de las contribuciones por el trabajo y la cantidad que sale para abonar las prestaciones entran y salen del mismo lugar, independientemente de dónde resida el cotizante o el pensionista. Este mecanismo, que iguala los criterios de cotización y cálculo de las prestaciones en todo el territorio nacional, elimina los límites autonómicos y garantiza los pagos en todas las regiones, sean deficitarias o no. Y con la crisis, la mayoría están en números rojos. H