El Ayuntamiento de Castellón activará un plan especial de tráfico que impida que el nuevo puente del Riu Sec se convierta en un acceso directo a la Universitat Jaume I. Así, trata de vencer las discrepancias de los vecinos del Raval Universitari, que reclamaban que solo fuera peatonal y ciclista, y que temían que el nuevo puente conllevara un incremento del tráfico a motor con las consiguientes molestias que supone para un barrio residencial que tiene otras carencias más acuciantes, como la dotación de mejores servicios sanitarios.

Ahora, el área municipal de Movilidad ha diseñado una propuesta que limitará la circulación en línea recta por la calle Jesús Martí Martín, a partir del cruce de este vial con la calle Botànic Cavanilles. Los vehículos que utilicen el nuevo puente del Riu Sec para entrar en el Raval Universitari se encontrarán a los 100 metros desde el punto de salida del puente con una obligación de giro a la derecha en el estop que existe actualmente en el cruce entre las calles Jesús Martí Martín y Botànic Cavanilles.

En este vial se prolongará la mediana para garantizar que la calle Jesús Martí Martín no se convierte en una vía de entrada o salida a la Universitat Jaume I.

Esta nueva regulación busca que el nuevo puente sea un acceso para residentes, de redistribución del tráfico que ya asume el Raval Universitari. La nueva mediana de la calle Botànic Cavanilles solo será permeable para peatones, por los pasos ya existentes, y ciclista, ya que sí permitirá a las bicicletas circular recto.

El concejal de Movilidad, Rafa Simó; y la teniente de Alcaldía del Distrito Oeste, Verònica Ruiz, trasladaron ayer esta propuesta a los representantes de la asociación vecinal en una reunión.

Los concejales han afirmado que el nuevo puente atiende las peticiones recibidas en el Ayuntamiento por parte de colectivos ciudadanos de la zona para dar respuesta a peatones, ciclistas y a los vehículos a motor.