La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, anunció ayer que el Ayuntamiento «impulsará una campaña informativa a toda la sociedad de Castellón para que sepan lo que es el bastón rojo-blanco y la realidad humana que hay detrás de él». Marco hizo estas declaraciones en el transcurso de la presentación del bastón rojo-blanco; un nuevo recurso de apoyo destinado a las personas sordociegas (aquellas que combinan las deficiencias visual y auditiva) y cuyo uso permitirá la visibilización del colectivo y su segura movilidad por la ciudad.

Las personas sordociegas son aquellas que combinan dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva), lo que dificulta su acceso a la información, a la comunicación y a la movilidad. Además, afecta de forma grave las habilidades diarias necesarias para una vida mínimamente autónoma, pues requiere de servicios especializados, personal formado para su atención y métodos especiales de comunicación.

La incorporación de una franja roja al bastón blanco, habitualmente utilizado por las personas con ceguera o discapacidad visual grave, evidencia la presencia también de una discapacidad auditiva en el usuario. Un distintivo que aporta mayor seguridad en la autonomía de los desplazamientos puesto que le identifica como una persona con sordoceguera y facilita su posible comunicación con otra gente, consciente de su discapacidad.