Desfiles históricos, espectáculo de títeres, talleres infantiles, exhibiciones de oficios artesanos, concursos, cetrería, circo, manualidades, cuentacuentos, animación, campamento de soldados, música del medievo... Son algunas de las propuestas que ofrece el Mercat Medieval de Castellón, inaugurado ayer en las calles Major, Cavallers, plaza de las Aulas y María Agustina.
El principal objetivo de esta edición es convertirse en uno de los atractivos turísticos de la ciudad en un puente en el que muchos castellonenses y valencianos aprovechan para hacer turismo de proximidad. Para lograrlo, se ha preparado un completo programa con más de 120 actividades culturales y lúdicas --una cada 20 minutos-- y una variada oferta gastronómica concentrada en las Aulas, donde habrá entre otras propuestas creperías, pulperías y tabernas.
Otro de los puntos atractivos es el campamento medieval ubicado en María Agustina, donde habrá exposiciones, entre ellas una de cultura cátara, diversas charlas lúdico-culturales, juegos para los niños o recreaciones de varios combates de época.
La dinamización del centro histórico que buscan los organizadores tiene en las recreaciones uno de sus elementos centrales. La concejala de Impulso de la Actividad Económica, Patricia Puerta, destacó que «este año contamos con la participación de cuatro asociaciones, como son la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, els Cavallers Templers, la Sección de Bombos y Tambores de Santa María Magdalena y la Asociación de Bombos y Tambores de Les Coves de Vinromà, que participarán en diferentes desfiles con 60 o 70 personas vestidas de época». Además, se sumarán zancudos, juglares, bufones y otros personajes del medievo para reforzar la ambientación del centro histórico.
Inauguración
Durante la apertura, que tuvo lugar ayer por la tarde, ya hubo una notable presencia de público que aprovechó el día festivo para acercarse a las casi 100 paradas de artesanos, que ofrecen productos de todo tipo, desde alimentarios a bisutería. Asimismo, también fue muy concurrido el desfile inaugural, que contó con la presencia del rey Jaume I, Na Violant d’Hongria y toda la corte real. Al finalizar, hubo una la lectura de la Carta Pobla de Castellón, entregada por este monarca.
