Menos bebés al mundo y más castellonenses cuya vida toca a su fin. Las defunciones, durante el 2015 en la provincia (5.382), superaron a los nacimientos (5.087), por primera vez en 16 años, con un crecimiento vegetativo negativo de 295. Si en Castellón este fenómeno de retroceso de población, al superar la mortandad a la natalidad, no sucedía desde 1999; en el caso de España hay que remontarse más, a 1941.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó así la tendencia que ya se venía observando durante el primer semestre del pasado ejercicio, como publicó Mediterráneo. La situación rompe una cadena en positivo (ver gráfico adjunto), que se había mantenido hasta el 2014, con más nacimientos (5.367) que defunciones en Castellón (5.036), con una diferencia similar.

BAJA FECUNDIDAD // Para el profesor de Geografía e Historia de la UJI, Javier Soriano, “las estadísticas, aunque impactantes, eran más o menos esperadas. Es decir, antes o después iba a suceder porque estamos en un ciclo demográfico regresivo”. Y citó que se caracteriza, en Castellón, “por unas tasas de natalidad bajas y la fecundidad también. Eso, combinado con una alta esperanza de vida y un progresivo envejecimiento, provoca tasas de crecimiento ya no cero, como hasta ahora, sino negativas, lo cual es preocupante”, argumentó.

En España el número de fallecidos aumentó un 6,7% el pasado año (422.276) y superó a los alumbramientos (419.109), que se redujeron un 2%. En la Comunitat, también se siguió la tendencia: las defunciones (44.330) superaron en poco más de mil a los nacidos (43.311).

En opinión del experto de la UJI, “el horizonte demográfico español y castellonense invita a pensar en un descenso de la población a corto y medio plazo. Si a eso le añadimos el corte brusco del flujo inmigratorio y la creciente emigración”, detalló.

PEOR LA PRÓXIMA DECADA // De seguir así, “parece claro que la próxima década será un auténtico invierno demográfico, con pérdida de población”. La única sorpresa puede ser la natalidad. “Estamos en una fase en la que podrían darse altibajos de un año a otro sin aparente explicación; o bien que se reactive la llegada de inmigrantes”, manifestó Soriano. “El envejecimiento --concluyó-- es la única variable que no se puede modificar porque va a ir a más con toda seguridad”. H