Fue la segunda casa más importante en el esplendor de Pompeya, en el siglo II a. C., a la que se conoce también como las de los Capitelli Colorati, sepultada por el Vesubio en el año 79. Y ahora, 19 siglos después, 12 técnicos del Instituto Valenciano de Restauración y Conservación (Ivacor), con sede en Castellón, encabezados por su directora, Carmen Pérez, junto con el jefe de la Sección de Arqueología del Ayuntamiento de Valencia, Albert Ribera, quieren devolverle el enorme esplendor que vivió en la época romana.

Con financiación directa del Ministerio de Cultura, y con la colaboración de un equipo multidisciplinar con personal del Centro Superior de Investigaciones Científicas, y técnicos llegados desde Croacia o Austria, el Ivacor abandera la recuperación de la casa, sobre todo “en las notables pinturas murales” y también “los restos de una industria perfumera muy rudimentaria”.

“El hallazgo en el interior de la casa de una prensa de piedra y piletas erosionadas por la decantación llevan a pensar que la Casa de Ariadna podía haber servido para la producción de perfumes, ungüentos y demás preparados odoríficos de base oleica en la época romana --explica Pérez--. La ubicación de una taberna cercana se ha interpretado también como un signo de la existencia de un barrio perfumero en esa zona de la ciudad”. “La Domus Ariadna tiene una superficie estimada de 1.700 metros cuadrados y los trabajos, que ya llevan 12 años, han destapado parte de la preciosidad de sus murales, de los más visitados de Pompeya”, dice.

“Para nosotros, es un privilegio. Es un trabajo muy importante para el Ivacor, y estar a pie de excavación y trabajando con arqueólogos es interesantísimo para el instituto y sus técnicos”. Margarita Doménech, Fanny Sarrió, Marga Doménech, Livio Ferrazza, Fernando García Diego, José Luis Lerma, Juan Pérez Miralles, Pascual Mercé, Pablo D’Antoni, Raquel Gómez, Noemí Campos y Carolina Mai son los restauradores del Ivacor que han participado en esta campaña, que acaba de finalizar. “Ahora hay que analizar, procesar y dar a conocer todos los datos que nos hemos traído en la maleta, como nuestra aportación al estudio global del yacimiento”, señala a este periódico Carmen Pérez.

“Se ha intervenido en sacar a la luz algunas de las pinturas, con unas técnicas de color muy innovadoras, para salvar unos murales que habían estado cubiertos de cemento en anteriores restauraciones, mal hechas, y con las sales muy incrustadas en la coloración, a la que se ha dado vida”, señala la directora del centro castellonense, referencia a nivel nacional. “El año próximo volveremos”, aseguró. H