El interior de Castellón alcanzó ayer una temperatura máxima de más de 40 grados, en una jornada de récord que se convirtió en la más calurosa del año.

La sartén de la provincia fue Segorbe, cuyos termómetros marcaron 40,1º, según explica el jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Valencia, José Ángel Núñez, quien, a su vez, remarca que hacía un par de años que no se superaban los 40º en las comarcas castellonenses en verano.

En la capital de la Plana, la máxima fue de 32,9 grados, porque, como asegura Núñez, “la brisa a esta zona entró bien pronto por la mañana”, lo que impidió que el mercurio siguiera subiendo. Como anécdota, el termómetro de la plaza de la Independencia, que marcaba 45,2º (foto).

Según Aemet, en Montanejos se alcanzaron los 36,4º y en Atzeneta 36,2º. De la red Aemet sólo Castellfort y Fredes se han quedado por debajo de los 30º.

“Incluso estaciones altas como Morella han tenido una máxima de 32º”, señalaba Núñez. De hecho, según el experto de Morella Juan Amela, con esta temperatura, la capital de Els Ports ha batido el “récord de temperatura máxima de este verano, siendo la mínima solo de 20 grados”.

Estos datos confirman que ayer fue el día más caluroso del año en la provincia, después de que el pasado 10 de agosto, Segorbe alcanzara una temperatura de 37,3º.

En Castellón, según la red de estaciones de Aemet, las mínimas más bajas se han situado en los 14,2º de Vilafranca y los 15,8º de Atzeneta, mientras que Vinaròs ha llegado a 18,1º y en la capital 21º. Por tanto, las mínimas han subido hasta 5 grados en apenas 24 horas en localidades como Castellfort. En concreto, los termómetros marcaron 21º en este municipio por los 16º del lunes.

Una masa de aire del oeste que se ha calentado conforme recorría la Península es la causa del intenso calor. Aemet explica que hace cinco días, una masa de aire del Atlántico estaba a 2.500 km al oeste de Valencia y a 3000 metros de altitud. El aire descendió al desplazarse por el flanco nororiental del anticiclón atlántico. Un recorrido en el que sufrió un calentamiento. Ya sobre la Península el aire se recalienta de forma anómala sobre La Meseta. Tras recalentarse, desciende hasta el nivel del mar calentándose nuevamente a ritmo de un grado cada 100 metros de descenso”, indican desde la agencia Aemet. H