El impulso del Mercat de la Taronja ha propiciado que Castellón venda más de un millón de kilos de naranjas durante un periodo de cinco años (lo que supone 1.000 toneladas), según informaron ayer desde el Ayuntamiento de la capital, promotor de la iniciativa junto al sector agrícola.

El consistorio ha hecho balance con motivo de la conmemoración del V aniversario de la consolidada cita, que pretende “potenciar el sector y el consumo de la naranja entre la ciudadanía, demostrando el compromiso municipal con los agricultores”, según explicó el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller.

El munícipe asistió ayer por la mañana al acto que se celebró en la plaza Fadrell y descubrió una placa conmemorativa junto al concejal de Agricultura, Gonzalo Romero; el secretario autonómico, Alfredo González, y promotores, agricultores y vendedores.

Aunque el evento nació en este emplazamiento, ha crecido considerablemente dado su éxito y, en la actualidad, está presente en hasta cuatro ubicaciones de la capital, la plaza Pintor Porcar, Na Violant d’Hongria y en María Agustina, además de Fadrell (la más amplia), para estar así más al alcance de todos los ciudadanos.

Las naranjas se venden a dos euros, tres kilos, tanto mandarinas como naranjas. Y cada semana, los domingos, se instalan una media de unas 40 paradas, atrayendo a muchos visitantes.

Además, se han promovido otros actos promocionales para poner en valor este producto autóctono, como el reparto de bolsas y exprimidores, folletos informativos sobre su consumo, concursos de villancicos escolares y de dibujos. También se han realizado campañas específicas en hoteles para dar a conocer este mercado en colaboración con la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur). Y ha participado el gremio de pasteleros y panaderos con la venta dulces.

Incluso este año volverá a repetirse, por parte del consistorio y el sector citrícola, la campaña 12 gajos de la suerte, que consiste en cambiar las uvas de fin de año por gajos de naranja. H