Hace una década, 75 mujeres de Castellón se sometían cada mes a un aborto. Esa cifra ha bajado en la actualidad hasta las 54 chicas que deciden interrumpir voluntariamente su embarazo. Un notable descenso que es fruto, según apuntan los expertos, del descenso demográfico, de una mayor concienciación social y una mejor educación sexual entre los jóvenes de la provincia.

En términos generales, los abortos han descendido un 30% en Castellón en los últimos diez años, pasando de 926 en el 2007 a 655 en el 2017, según datos del Ministerio de Sanidad.

Nueve de cada diez pacientes acuden en la provincia a las dos únicas clínicas privadas que están autorizadas a llevar a cabo este tipo de intervenciones --Clínica Acuario y Mediterránea Médica--, según las estadísticas de la Conselleria que dirige Ana Barceló. En el último ejercicio fueron 438, frente a solo 20 que se intervinieron en el Hospital General de Castellón y la Plana de Vila-real, los centros públicos.

La Ley de salud sexual, reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo entró en vigor en España el 5 de julio del 2010. La misma despenalizaba la práctica del aborto durante las primeras 14 semanas del embarazo (antes eran 12). En su artículo 15 señala que el plazo de posibilidad de interrupción voluntaria del proceso de gestación aumenta hasta la semana 22 en casos de «graves riesgos para la vida o la salud de la madre o el feto».

Cabe destacar que una de cada tres mujeres toma la determinación de marcharse fuera de la provincia para interrumpir su embarazo -197 en el último año-. «Muchas lo hacen por una cuestión de anonimato, para que nadie las pueda reconocer o detectar en un medio en el que hay facilidad para que te conozcan directa o indirectamente», asegura el ginecólogo Mariano Gonzalo.

DE 25 A 29 AÑOS / La mayoría de las chicas que abortan lo hacen entre los 25 y 29 años, seguido del segmento que abarca de los 30 a los 34. Por el contrario, solo una mujer que superaba los 44 se sometió a un aborto en el 2017 en Castellón y tres fueron las niñas de menos de 15 que lo hicieron.

Entre los datos oficiales consultados, destaca un cambio de tendencia por lo que respecta al nivel formativo de las mujeres que abortan. Y es que las pacientes con estudios superiores que se someten a esta intervención en la provincia se han incrementado un 11%. Mientras en el 2007 solo representaban a un 5,6% del total, ahora son ya el 16,6%.

«Hay cambios sociales, antes se continuaba con la gestación porque estaba mal visto abortar y lo contabas en casa. Ahora, las mujeres son más independientes y toman la decisión ellas, para no dañar sus estudios y su futuro», incide Gonzalo, quien destaca que cada vez hay más mujeres universitarias, «en concreto, son nueve por cada hombre».

Los expertos alertan de que la libertad sexual actual ha propiciado que se tengan relaciones sin protección contra las ETS y piden formación en los colegios.