Voz unánime. Colectivos de la Iglesia católica de Castellón alertaron ayer a los políticos de “intensificar acciones de solidaridad y de compromiso” para hacer frente a los efectos de la crisis y la pobreza. Fue en el curso de un acto celebrado en la plaza Mayor, enmarcado dentro de la Semana de la Caridad organizado por la diócesis de Segorbe-Castellón.

Bajo el lema 7 campanadas para iluminar el mundo, representantes de Pastoral Penitenciaria, Hijas de la Caridad-Centro Social Marillac, Sociedad San Vicente de Paul, Manos Unidas, Osim y Antonianos de Vila-real reivindicaron la exigencia de justicia “ante la dramática situación de muchos ciudadanos”.

“Desde la solidaridad y el compartir se puede luchar contra la pobreza”. “Para ello, son necesarias más políticas sociales”, relató Sonia Prades, de Pastoral Penitenciaria. Mientras, María Lidón López, portavoz de la Sociedad San Vicente de Paul, tras recalcar que “hay también una crisis de valores”, apeló a un esfuerzo más intenso de los dirigentes políticos “para que asuman la realidad de la crisis económica y de la pobreza y aporten más soluciones”.

Jorge Andreu, de Juventud Antoniana de Vila-real, fue taxativo al reclamar a los poderes públicos “que pongan todos los medios a su alcance para solucionar esta crisis y la pobreza, promoviendo políticas efectivas que se centren en el bien común para todos los seres humanos, unas políticas que busquen humanizar”.

FAMILIAS NECESITADAS // Por otra parte, Cruz Roja ha comenzado a distribuir lotes de ayuda a 72 familias necesitadas en la provincia de Castellón, gracias a la campaña Un euro, semilla de solidaridad de Escola Valenciana, una iniciativa que ha sido posible gracias a la solidaridad de los centros educativos, profesores y alumnos durante los meses de enero y febrero al socaire de la celebración del Día de la Paz en estos colegios.

Los lotes quieren cubrir necesidades básicas como la higiene en el hogar, alimentación de niños menores de dos años y material educativo. H